Back to the basics (pt 6)

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Murasakibara cortó la sensual tension que había entre nosotros e hizo una pausa, despegando sus labios y vientre de los míos. Se posó de costado sobre la cama, apoyando su cabeza sobre una mano, y exhaló profundamente para normalizar el ritmo acelerado de su respiración, mientras con su otra mano quitó los mechones que se interponían entre sus ojos. Yo me quedé atónita porque no entendía el motivo de aquella pausa tan brusca. Si bien tampoco era consciente de lo que estábamos haciendo, internamente no quería parar. Sentí vergüenza al caer en la cuenta que tenía el torso al descubierto y me cubrí los pechos con los brazos, como dándome un abrazo a mi misma. También me avergoncé al pensar que quizás había hecho algo mal o se había arrepentido de lo que estábamos haciendo y por eso decidió frenar. Los segundos en silencio parecían eternos, hasta que por fin Murasakibara habló:
M:- Escucha... esto es muy extraño. (Se revolvía los mechones de cabello con la mano que tenía posada en su cabeza mientras me miraba a la cara) No se qué fue exactamente lo que provocó que lleguemos a este punto.
Y:- Sí, entiendo... (dije con tono de decepción al haberlo escuchado decir esas palabras, acaso me estaba dando a entender que fue un error? Que no quiso en realidad hacerlo?). No te preocupes, no se lo diré a nadie, de todas maneras no tengo a quién (dije en voz baja desviando la mirada a la pared que tenía enfrente).
M:- No me malentiendas elfo- chin (tomó mi cara con su mano y la inclinó hacia la suya para que pueda observarlo mientras hablaba), no quise decir que lo que acaba de pasar no me guste. Sólo que preferiría ir un poco más despacio.
Más despacio? (Pensé en mis adentros). Se que debería estar contenta por escuchar esto pero a esta altura no podía evitar querer más. Llegamos a un punto bastante lejos como para comenzar de cero ahora. Seguramente era lo mejor pero sentía un deseo sexual incontrolable que necesitaba saciar.
Y:- Ok, entiendo lo que me quieres decir.
Y me tomé el atrevimiento de darle un beso en la boca. No fue igual que los anteriores, por el contrario fue más tierno pero no por eso la bola de fuego en mi vientre cesó. Lo sostuve por la barbilla y lo besé decididamente demostrándole lo mucho que me gustaba. Por ahora era una atracción puramente física ya que nos conocíamos poco y nada, pero me sentía muy a gusto con él, como si hubiese cierta confianza entre nosotros y nos conociesemos hace tiempo.
De repente sentí como una de sus manos se posó sobre mi ombligo, y muy suavemente comenzó a deslizarla acariciando la zona. Sentía un enorme placer cuando sus manos o su piel tomaban contacto directo con la mía. Lentamente corrió a un costado el brazo que estaba cubriendo mis pechos y se dedicó a masajearlos de nuevo. Era impensado que aquel chico de aspecto rudo y bestial pudiese ser tan sutil y tierno al tocarme y hablarme. Aquella personalidad egocéntrica y soberbia habia quedado fuera de la habitación, como si hubiese cambiado de personalidad en cuestión de minutos.
Cerré los ojos para deleitarme con sus manos sobre mi cuerpo cuando repentinamente escuché un portazo en la entrada de la casa, seguido de un: LLEGAMOS! Oh por Dios eran mis padres, no tenia idea que llegarían hoy y en este preciso momento! Desesperadamente nos levantamos de la cama y nos pusimos la ropa que nos habíamos sacado momentos antes. Me coloqué la remera y grité: YA BAJO, DENME UN MOMENTO.
Observé como terminaba de ponerse su sweater negro y vi que esbozaba una pequeña sonrisa tratando de disimular.
Y:- De qué te ríes? Exclamé apenas susurrando.
M:- Nada... (e intentaba taparse la boca con el dorso de la mano mientras terminaba de arreglarse). Todo esto es muy gracioso. Conoceré a tus padres ahora y puedo notar cuán nerviosa te has puesto (y ni bien terminó la frase se le escapó una pequeña risa).
Y:- Shh, ahora dirás que estábamos haciendo un trabajo escolar y que justo estabas a punto de irte.
M:- Ah?? Ahora quieres que me vaya? Pero si recién estabas apretandome fuertemente contra tu...
Y:- CALLATE! (le tapé la boca) dije con tono de enojo y muchísima vergüenza por lo que estaba diciendo. El muy descarado estaba riéndose a costa mía.
M:- Ok ok, no te sulfures porque te pones muy tierna, elfo- chin y me dan muchas ganas de besarte...
Para qué dijo eso? No quería dejarlo salir de la habitación. Pero suspiré y abrí la puerta. Bajé rápidamente y abracé a mamá, luego a papá. Los extrañé mucho! Dije sonrientemente aunque por dentro hubiera querido que lleguen mañana.
Mama:- Nosotros también hija! Como has estado? Por qué tienes la cara tan roja?
Y:- oh... no es nada pasa que estaba discutiendo sobre un trabajo escolar con mi compañero... y bueno ya saben que a veces tengo un poco de mal genio (dije riendo tontamente tratando de sonar creible).
Papa:- así que estabas aquí sola con un compañero? Presentanoslo...
Ni bien mi padre terminó la frase, mire hacia las escaleras y vi que Murasakibara estaba bajando las escaleras con lentitud y su rostro serio. Había vuelto a su personalidad original, o al menos la que solía mostrar ante la mayoría de las personas. Se tomó su tiempo para bajar cada peldaño de la escalera mientras mis padres lo observaban con asombro. Seguramente pensaban cómo apenas un adolescente podría tener ese tamaño.
M:- Buenas tardes, soy Murasakibara Atsushi, compañero de la escuela Yosen (se inclinó un poco y estiró la mano de manera formal para saludar).
Encantados de conocerte, dijeron mis padres a coro y con voz alegre. Supongo que estaban aliviados de saber que contaba con al menos un amigo en esta ciudad.
Y:- Bueno, Murasakibara estaba a punto de irse así que... (y me dirigí a la puerta para terminar con ese momento incómodo).
M:- adiós, encantado de conocerlos.
Igualmente, vuelve cuando quieras, dijo mi madre ridiculizandome al decir eso.
Abrí la puerta rápidamente y salí con él.
M:- Vaya que has cambiado de actitud (dijo riéndose y volviendo a ser aquella persona que era dentro de mi habitacion).
Y:- Mira quien habla... el que en el colegio me intimidó por unas paletas pero dentro de mi habitación me bes...
Y no llegué a terminar la oración que su cara se tornó color rojiza y me apretó contra su pecho.
M:- Cállate elfo-chin (me abrazó con fuerza y podía sentir aún más su perfume).
Me soltó y dijo: Adiós, nos vemos mañana en el colegio.
Y:- Adiós, hasta mañana.
Se dio media vuelta y comenzó a caminar. Me quedé observando cómo se alejaba hasta que recordé que mis padres estaban adentro y entré.

Murasakibara: Me Vuelves Loca (Aún Escribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora