Clic, clac. Maialen deja atrás Pamplona un año más vuelve a su vida universitaria. Cuatro jóvenes compartirán hogar; tres conocidas y una extraña.
---¡Eva! ---Nada más abrir la puerta, una rubia sale al encuentro de sus amigas.
---Vaya, Maialen, veo que la playa te ha sentado de maravilla, eh. ---Dice riéndose. La broma típica del piso es meterse con la pamplonica por ser de piel pálida.
---Por lo menos no parezco un conguito andante. ---AnaJu, la turulense del piso es todo lo contrario a la rubia: morena de pelo y de piel.
Entre abrazos y comentarios, una chica con cara de niña aparece por la puerta del salón.
---Hola. ---Dice tímidamente.
---Chicas, ella es Anne, la otra compañera que nos dijo la casera. ---Las que acaban de entrar saludan a la nueva chica.
Hablan un rato para conocerse mejor. Las típicas preguntas de "qué estudias", "cuántos años tienes".
---Me llamo Anne, tengo 18 años. Soy de Pamplona.
La primera semana de adaptación las tres amigas hacen de guía para que Anne empiece a conocer la ciudad. Cenas, largas charlas, compartir aficiones y fiestas.
---Ya vamos, estamos casi en la plaza. ---Por segundo jueves consecutivo, las cuatro compañeras van a quedar con los amigos que hicieron el año anterior más Anne, que se ha convertido en una más. Han quedado con Rafa, amigo inseparable de Maialen. Les acompañan Samantha, amiga de AnaJu, Eli, que estudia la misma carrera que Anne y Gerard, amigo de Maialen, AnaJu y Rafa.
La Gran Vía de Salamanca está abarrotada de nuevos estudiantes y ya veteranos. Los novatos lucen en sus frentes las típicas "N" y unos graciosos dibujos que los estudiantes más mayores van dibujando al azar. Los veteranos, por su parte, llevan orgullosos unas "V" en sus mejillas.
Cada uno va a las fiestas de sus carreras, repartidos por los bares de la calle. Maialen y AnaJu van repartiendo dibujos por los cuerpos de sus novatos, mientras Rafa y Gerard las miran divertidas.
---Parecen dos niñas pequeñas.
---Siempre lo han sido.
En solo un año aprendieron a conocerse y compartir miles de momentos juntas. Se prometieron que esos cuatro años iban a ser sus más grandes apoyos.
---Tú, braciti aquí. ---Maialen pide el brazo a un novato. Este, que ya sabe lo que le toca, tiende su extremidad con un soplido.
---Me pido cruces. ---la pamplonica empieza el tres el tres en raya que acaba ganando. Con un pequeño grito de victoria dejan libre al chico.
Sangría tras sangría, los puntos que trae la tarjeta de consumiciones van acabando. A las cinco sangrías, Maialen está más motivada que muchas veces. El nuevo curso siempre trae nueva gente y los novatos no se lo piensan dos veces.
---Ya me echabas de menos, eh. ---Rafa nota la voz de Maialen muy cerca, tanto que le asusta. No niega que la ha echado en falta, porque sí. Adora salir con ella de fiesta, bailar juntos, acompañarla a casa, parecer novios.
---Por qué no vamos a bailar, anda. ---El andaluz atrae a su amiga hacia un lado y comienzan a moverse al compás de la música.
Ella mueve sus caderas, de vez en cuando él le da una vuelta cogiendo su mano.
---Estás preciosa. ---Un susurro apenas audible hace que la catalana se estremezca. Ni si quiera ha escuchado lo que ha dicho, pero su piel se ha erizado por completo.
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Tatuaje ~OT 2020~Brunalen
FanfictionLa casualidad a veces está llena de causalidad. Las personas cambian, y tú con ellas. Maialen conoce a Bruno, y su vida se transforma en un caos constante.