Prentium ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

02

Mirar al alfa de ojos ambarinos que estaba postrado a su lado en la camilla del hospital mientras parecía ser que no sintiera dolor, le dejaba una sensación extraña en su pecho. No podía creer en verdad que después de tantos años se volvería a encontrar con su cuñado, al menos de la manera en la que lo habían hecho.

Sus piedras cerúleas se deslizaron hacia las heridas del hombre, analizando estas y pensando en cómo es que había llegado a lastimarse de esa manera. Según lo poco que supo debido a los papeles firmados por él, había sido un accidente en alguna parte de guerrillas que había en el oriente medio. Se sentía realmente molesto con el alfa, pues había arriesgado su vida por una nota y fotografías que desde su punto de vista no valían la pena.

Nada que arriesgara una vida de ese modo realmente lo hacía.

TaeHyung notó la mirada azul sobre él, tratando de ignorarla mientras seguía sumergido en sus pensamientos. Él no quería estar más en ese lugar, no quería regresar a lo que una vez fue su hogar y mucho menos, molestar al omega que había sido de su hermano. Ante esta idea, una sensación extraña, que el sabía bien por qué se debía, recorrió su espina dorsal, causándole emitir un leve sonido que a los oídos del omega había sonado como un quejido.

—TaeHyung, ¿quieres que llame al médico? —Se ofreció de inmediato el castaño, mientras recibía una negativa rotunda de parte del rubio—. Entonces, ¿pasó algo?

—No yo solo... me perdí en un pensamiento—se acomodó mejor en la cama, mientras su mirada dorada analizaba la expresión desconfiada del omega, riendo internamente por saber que haría ese tipo de expresión—. Ya, no es nada realmente JungKook. Mejor dime, ¿sigues viviendo donde siempre?

El de cabellos castaños asintió, mientras su omega pedía saber más del alfa que tenía enfrente. Negó la petición urgida y dolorosa de su parte omega, mientras se colocaba de pie al escuchar como el médico ingresaba a la habitación. Miró la hora, notando como eran más de la una de la mañana y no habían dormido en todo ese tiempo.

—Bien, están listos los papeles para darle de alta—informó al chico, mientras le extendía más papeles que debía firmar como el responsable del paciente—. Pero se le dará a primera hora de la noche, así que deberá quedarse esta noche con él por si necesitan algo.

—Estoy bien con eso, muchas gracias por todo—habló de corazón, mientras veía la negativa del médico ante su gesto—Bueno, ¿A qué hora puede entonces salir?

—A primera hora de la mañana, sugiero que en casa tome el medicamento y no haga rutinas pesadas—miró al alfa, acercándose a este con una mirada un tanto extraña y una sonrisa amable—. Debe tener suerte, su familia le espera y debe quedarse con ella un tiempo.

El alfa no dijo nada, solo atinó a mover sus labios en un gesto que parecía una sonrisa ladina. Asintiendo y soltando una bocanada de aire, sonando esta más como un bostezo.

—Bueno, les dejo descansar.

El médico salió de aquella habitación, dejando nuevamente a los dos hombres solos. JungKook se acomodó en el pequeño sofá que había a un lado de la camilla de TaeHyung, mientras este se recostaba en la cama con lentitud. Girando luego su cabeza hacia la dirección de dicho sofá.

—Bueno, creo que deberíamos dormir—soltaba en voz queda JungKook, mirando el resplandor amarillo que soltaban las piedras contrarias—. Mañana nos espera un viaje algo largo, así que debes estar descansado para que no te duela algo en el camino.

— ¿Viniste en auto o debemos comprar boletos de tren?

—Vine en mi auto, por eso no te preocupes—sonreía mientras le daba la espalda al hombre, acomodándose para empezar a dormir—. Y bueno, mañana podemos ir a comer algo en el camino... llegando a casa haré tu comida favorita.