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Los labios de ambos se movieron con ansiedad, como si estuvieran esperando eso desde hacía mucho tiempo. Como si aquel beso que estaban dándose tuviera algún elixir para seguir viviendo o dándoles fuerzas, movían sus lenguas, labios y dientes en una batalla que empezaba a intensificarse más y más, mientras sus manos traviesas se colaban en diferentes partes.

Las manos de TaeHyung se habían bajado hasta la cintura de JungKook, mientras el omega había llevado sus propias manos hacia las hebras del alfa. Se separaron entonces con lentitud, con algo de agitación debido a la intensidad con la se habían envuelto; mirándose a los ojos sin decir nada, solo perdiéndose en aquella mirada contraria.

—TaeHyung...—susurró JungKook, haciendo que el contrario negara con la cabeza a señal de silencio—. Tae...

—No, no digas que esto está mal—respondió acercándose nuevamente al rostro ajeno, juntando sus narices y cerrando los ojos como si lo que fuera a decir después pudiera causarle algo—. Por favor... sólo... deja que suceda, deseo esto desde hace tanto.

—Yo también lo deseo...—admitió ruborizado, sintiendo el calor del aliento ajeno y la protección de aquel alfa a su omega, quien se sentía emocionado ante el acto de su alfa—. Creo que... lo mejor será si nos vamos a dormir.

—No quiero dejar esto así—admitía el alfa, mientras depositaba un pequeño beso en los labios del omega, quien suspiró ante tan delicada caricia—. No quiero que mañana te arrepientas, no quiero esta vez no hacer nada.

— ¿Esta vez?

Mi omega...—Susurró con su voz de alfa, mientras su agarre a la cintura de JungKook se afianzaba más—. Dame esta oportunidad.

—Sí...—susurró desde lo más profundo de su corazón.

Siguieron con u par de besos más tranquilos, demostrándose todo lo que con palabras no podían. Afianzando aquel lazo que habían creído roto hace años, afianzando aquello que creían ambos que nunca habría de pasar. Complementándose a la perfección con aquel simple movimiento de labios y pequeñas caricias que se daban.

TaeHyung entonces lo avanzó hasta que la espalda del omega pegó con la pared, mientras movía sus besos como mariposas alrededor de la mejilla de JungKook hasta bajar al cuello, un cuello que nunca fue marcado realmente. Aspiró aquel aroma del omega, sintiéndose en un mar de sensaciones que no podía describir con exactitud, pero que le hacían sentir como en casa, completo y después de mucho tiempo, feliz.

—TaeHyung nosotros ahora no...—susurró JungKook, sintiéndose al borde al sentir los labios de TaeHyung, su destinad, en aquella zona tan sensible—. Estás herido aún...

—Lo sé, pero cariño... —JungKook sintió como su corazón empezó a latir con fuerza ante aquello, mientras que su omega se sentía a punto de llorar de la emoción de ser llamado así por su alfa—. Esta noche, déjame adorarte de otra manera.

JungKook sin entender a qué se refería, asintió sin más, sabiendo que habían roto esa línea que por años habían tratado de mantener y que, ahora era demasiado tarde para retroceder en sus acciones.

TaeHyung le tomó de la mano, encaminándolos hacia la habitación de JungKook con tranquilidad. Luego, acostó al omega en su cama y se dirigió hacia el lado contrario para imitar el gesto, aunque con más lentitud debido a sus doloridos huesos y músculos. Atrajo a JungKook de la cintura, para pegarlo protectoramente a su pecho.

—Es lo que por ahora puedo hacer sin que las heridas duelan—mencionó TaeHyung con voz ronca y baja, haciendo que su pecho resonara y fuera más tranquilizante para JungKook—. Mereces más que esto, mereces un mundo entero JungKook... pero no puedo darte más que esto.

Prentium ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora