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Llevaba bastante tiempo sin haber dormido tan cómodamente, pero extrañamente aquella primera noche luego de haber dado a su manera las buenas noches a los niños, había caído como plomo a la cama. Y de no haber sido por los sonidos de la habitación de al lado, y un aroma delicioso por la casa, juraba que no se despertaría en mucho tiempo.

Se sentó en la cama de MinHyuk, mientras miraba el infantil cuarto con mayor detalle. Había un par de juguetes como trenes y carros, además de un enorme póster con las letras coreanas y algunas imágenes de referencia a estas. Sonrió ladino, mientras se levantaba con algo de lentitud y se acercaba hacia la mesita de noche donde tenía la jarra y la medicina que JungKook le había dicho que debía tomar la noche anterior.

No lo pensó mucho para tomarse la medicina. Vio una muda de ropa que seguramente era del omega, ya que, a pesar de ser grande, a él seguramente le quedaría un poco justa. Se vistió con lentitud, aguantando uno que otro pinchazo dolorido que en su cuerpo se presentaba pero que decidió ignorar y empezar a caminar con lentitud hasta la puerta, saliendo hasta el pasillo e inhalando el dulce aroma de panqueques desde la cocina. Con una extraña sonrisa en él, se encaminó hasta lo que era el comedor, notando una imagen que hizo que su alfa se encogiera de un sentimiento que no supo explicar.

Los cachorros estaban uno al lado de otro, mientras comían con delicia y una enorme sonrisa en sus labios, su desayuno el cual al acercarse más notó que tenía diferentes figuras y colores. Sonrió ante aquel detalle que JungKook tenía con los niños, mientras se sentaba simplemente a ver la tarea tan simple que ejercían los niños de comer. Perdiéndose así en la sonrisas despreocupadas de aquel par que, a pesar de que habían notado su presencia se notaban tranquilos.

—TaeHyung, buenos días—el mencionado saltó con sorpresa pequeño, inmediatamente sintiendo un dolor en todo el cuerpo que expresó con evidencia—. Oh, lo siento. ¿Quieres que traiga alguna pomada o algo? Iré a traerte el desayuno.

—No, estoy bien con eso de las medicinas. Sobre el desayuno, suena genial—mencionaba con una sonrisa un poco ladina, haciendo que los pequeños le miraran con curiosidad—. Buenos días niños, al parecer les gustan los panqueques.

MoonByul asintió con energía, para después empezar a degustar aquel panqueque como si de un platillo extravagante y el más delicioso del mundo se tratase. Luego, su mirada se fue a MinHyuk, quien solo estaba mirando hacia su panqueque como si estuviera pensando en la pregunta. Lo cual hizo a TaeHyung mirarlo con más curiosidad.

—Son mi desayuno favorito—respondió el infante finalmente, mientras veía como JungKook colocaba unos cuantos en un plato frente a su tío—. ¿A ti también te gustan tío?

—Sí, son de mis favoritos también—sincero con una sonrisa, haciendo que JungKook carraspeara a modo de llamar su atención—. Oh, cierto les estoy quitando el tiempo y deben de ir a sus clases. Así que apresúrense a desayunar.

—Muy bien, hoy tenemos clase de dibujo—mencionaba MoonByul, mientras miraba una de las fresas enormes que tenía TaeHyung en su propio plato de panqueques—. Y nos cansa mucho cuando no hay... es muy bonita la clase.

TaeHyung notó aquella mirada en la fresa, sonriendo ladino para con un tenedor tomar aquella fruta y tendérsela en el plato de la pequeña, quien le miró con maravilla y agradecimiento.

—MoonByul, le quitaste la fruta a tu tío—se quejaba JungKook con fingida molestia, mientras miraba la suya y se la daba a MinHyuk, quien solo había visto la acción del alfa hacia su hermana—. Ya les he dicho que si quieren me deben pedir, no le quitemos la fruta al tío TaeHyung...

—Está bien, yo se la quise dar—mencionó tranquilo el alfa, mientras empezaba a particionar los panqueques con la misma expresión—. No le veo entonces el problema, así que calma JungKook.

Prentium ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora