Apenas sus palabras sonaron en sus oídos, su respiración se detuvo mientras miraba a la morocha frente a ella. Claramente su cara era todo un poema, no contaba con que Regina se diese cuenta de la verdad o ¿Su hijo habría sido capaz de contárselo? Pasó saliva mientras aún mantenía una mano sobre la cabeza de Henry.
- cre...creo que me confunde, alcaldesa Mills - soltó en un tono una cuarta más abajo de lo que hubiese deseado y se sonrojó al verse así.
- no, no te confundí ni voy a confundirte jamás, Emma Swan - la morocha acarició dulcemente entre su cintura y su vientre. La magia floreció en ese instante, un pequeño cosquilleo le hizo alejarse un poco y mirar a la morena, extrañada.
- ¿Qué ha sido eso? - pasó una mano sobre su pequeño vientre sin despegar la vista de los ojos chocolate de Regina, quién solo le sonrió dulcemente.
- es magia, tu magia y la magia de tu bebé reaccionando a la mía - bajó unos instantes su mirada hacia su vientre, aún sin poder creerlo. Su hijo tenía magia pero ¿Cómo? - él tiene magia porque eres su madre y al volver aquí parte de la tuya se a transferido a él - ella volvió a acercase a paso lento con tal de no asorarla más. Aquello causó una pequeña sonrisa en sus labios mientras miraba a la morena. - te eché muchísimo de menos, Swan - en cuanto las palabras salieron de los labios de Regina, sus ojos se hundieron en lágrimas, cuanto había extrañado a su morena. Con los ojos empañados por sus propias lágrimas, le hacía sentirse en un sueño, un dulce sueño del cuál estaba dispuesta a no despertar jamás si fuera necesario. Lo único que la mantuvo firme y claramente que la hizo ver la realidad, fueron los brazos de la ex reina al rededor de su cintura, puesto que por la altura no podía rodearla por completo.
- también te eché muchísimo de menos, Gina - aquello salió tan natural de sus labios que poco le preocupo que alguien pudiese escucharlas o verlas. Ahora eso era lo que menos le interesaba, estaba siendo abrazada por la persona que amaba y eso no podía quitárselo absolutamente nadie.
- no sabes cuan pérdida estuve sin ti, todo este tiempo, Emma - el susurro causó un pequeño cosquilleo en su cuello y eso causó que la rubia apretara suavemente un poco más a Regina, contra su cuerpo. Quería sentirla cerca, había soñado varios meses con aquello y no quería que en cuanto abriera los ojos, todo desapareciera, no quería que en cuanto sus ojos estuviesen abiertos, todo eso se hiciera polvo entre sus manos. No quería volver a sufrir el estar lejos de ella, la había echado tanto en falta que ahora que estaba ahí, tenía miedo de que todo fuera una vil farsa del destino. Regina acarició su espalda baja en pequeños círculos, Emma estaba ahí, con ella y no se iría nunca más. Su rubia estaba con ella, como tantas noches había soñado, como tanto había deseado. Aún pasaba por su mente cuantas madrugadas le rezaba a Zeus, a quien fuera para que ella volviera, para que estuvieran así de cerca y pudiese volver a estrecharla entre sus brazos como aquella noche en Neverland. Había estado deseando aquel encuentro tantas veces que había perdido la cuenta de cuantas lágrimas había derramado en el proceso. Estaban tan metidas en su burbuja, en su momento que lo único que les hizo volver a tierra firme fue el sentir los brazos de su hijo. Aquel joven que las había juntado la primera vez y que las seguiría juntando hasta el fin de los tiempos.
- mamá está de vuelta y está vez vamos a protegernos, a vivir lo que no hemos vivido, a reír juntos, a ser felices juntos - murmuró su hijo sin soltarlas aún, le había sido muy difícil todo aquello pero al final había comprendido que, incluso antes de que el naciera, esta historia ya había sido escrita para ser vivida por ellas. Apesar de todo lo que tenían que pasar, en aquel instante preferían no hacerlo. No querían pensar en los demás, en todo lo que tenían por explicar, ni en lo que iban a pensar, en esos momentos solo eran ellos tres, bueno, cuatro. Eran una familia, si, una pequeña familia que apesar de las adversidades, saldría adelante sin importar lo demás. Por una vez, dejarían de lado todo lo demás y se enfocaría en su felicidad. Era tiempo de vivir como desearon desde el primer instante. Sabían que no sería como el comienzo pero esperaban que, al menos, nadie hiciera cuestiones sobre aquello que llamaban "amor" ,todo eso era de ellos y de nadie más. Todos los momentos vividos eran solo para ellos y nadie podría quitárselos. Ya verían después como explicar al mundo entero, eso que tenían y de dónde provenía por el momento, era hora de volver a retomarlo todo desde donde se había quedado. Una cena en familia, un poco de tiempo compartido, risas, anécdota tras otra, quizá una que otra película, Regina mirando a Emma dormitar antes del final de algún metraje, una batalla campal de palomitas al final de esta, limpieza grupal, sonrisas y uno que otro beso robado, el beso de buenas noches a Henry y quedarse abrazadas hasta el amanecer para volver a retomar todo aquello como una señal de un buen comenzar.
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La bella durmiente.[pausada]
FanfictionHan vencido a Pan,Henry esta a salvo pero nadie está feliz y celebrando. Durante la batalla con Pan la única forma de detenerlo fue con magia pero Regina estaba emocionalmente muy afectada,así que Emma tuvo que hacer gala de sus dotes mágicos para s...