Boomerang《EXO/Chansoo》

Epílogo 1: El gato vive

Fueron meses duros, de cooperación y reflexión. De poner pausa a su rutina y observarla fijamente para darse cuenta de que, no funcionaba tan bien como siempre pensaron. No la rutina de despertar juntos, desayunar, irse a trabajar, volver juntos y cenar.

No, esa estaba perfecta, pero la rutina de tener una diferencia o algo para decir y nunca decirlo, de lanzar comentarios insensibles que cohiben al otro, de dudar, de buscar confort en otros mientras se finge fortaleza frente al contrario.

Esa rutina estaba mal, esa rutina los estaba arruinando.

Pero sí estaban a tiempo, y estaban dispuestos.

La doctora le dedicaba sesiones a ambos juntos y por separado, buscando las secuelas de la relación tóxica que llevaron por tantos años en cada uno a su manera, porque si no sanaba las heridas, incluso si sus actitudes cambiaban para mejor, el matrimonio permanecería roto por el resentimiento.

Kyungsoo necesitaba recuperarse a sí mismo, los cambios sutiles y los no tan sutiles que había hecho de su vida para complacer a quien le dio a entender que debía, cuando la decisión siempre fue suya. Tenía que trabajar en su auto estima, esa que estaba por el piso sin ser culpa de su actual esposo, una herida invisible a la mayoría de los ojos pero que punsaba en su pecho tras esas relaciones fallidas que parecían ser siempre su culpa.

Chanyeol tenía que trabajar en su empatía, en destruir esa coraza que le hacía actuar insensible ante los problemas ajenos; debía trabajar en sus problemas de celos, en superar lo sufrido y aprender a confiar nuevamente; y más aún, debía aprender a temer otra vez, a no dar a su esposo por sentado, ni tratar cosas como la separación o el divorcio como pequeños obstáculos en el camino mas nunca el final, esa mentalidad de "no importa lo que haga, siempre estaremos juntos" había corrompido su actitud de maneras que de no ser por la ayuda profesional, jamás habría notado. Se había vuelto alguien egoísta y manipulador con su pareja, y le costó dejar atrás esos hábitos.

Fue difícil, pero se hizo. Se hizo porque valía la pena no dejar perder ese amor que para ambos significa tanto.

Y hubo incluso un periodo inestable, tiempos de discusiones continuas por esto y lo otro como eran antes, pero no dejaron de buscar ayuda, y aprendieron a manejarlo, a respetar y hablar las diferencias sin que eso repercutiese en la estabilidad de su relación.

Siempre se habían amado, pero aprendieron a tratarse como personas que se aman, y que temen perderse.

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Finalmente el día de su décimo aniversario, en el hermoso balcón de un elegante hotel, extasiados y satisfechos, cubiertos en suaves batas de baño y bebiendo vino blanco frente a la increíble vista, con sonrisas en los labios y un brillo en los ojos, acordaron dar el paso.

Y fue hermoso, porque Kyungsoo también quería y su esposo demostró que no tomaría la decisión sin su opinión, ni lo manipularía para recibir la respuesta deseada.

Fue una pregunta simple, cargada de mucho pero dicha tan neutral.

¿Quieres adoptar?

Tan diferente a lo que meses atrás habría esperado escuchar: Adoptemos. Creo que ya estamos listos para formar una familia. Aquí están los papeles. Nos he acordado una cita en el orfanato.

Antes de la terapia, el alto ni se percataba de su tendencia a ordenar cuando debería estar pidiendo opiniones, y del total desinterés que esa actitud demostraba.

Pero ahora, ahora están listos.

Chanyeol siempre lo ha estado, y lo mismo para el maternal Do. Pero su matrimonio... su matrimonio no era el hogar estable que se necesita para criar apropiadamente a una pequeña.

Pero ahora lo es.

Y de todas las veces que han descrito los momentos de su relación como perfectos, quizá ahora ya no sea una ilusión.

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[T/N] llegó a sus vidas teniendo 5 años de edad, una niña preciosa de un país latinoamericano que les había tomado meses de trámites adoptar.

Pero por fin estaba en casa, en esa gran casa.

Y su papá es un famoso productor. Y su otro papá tiene un exitoso restaurante.

Y su padrino el bailarín profesional vive lejos, pero le envía los mejores regalos.

Y su madrina la psicóloga es muy inteligente, siempre con algo interesante para decir.

Y a los 10 años tras mucho rogar, la pequeña recibe un gato en su cumpleaños, de parte de su tío Sehun a quien no deja de llamar tío por mucho que le diga que prefiere oppa, porque le está haciendo sentir viejo.

Lo llama paradox, porque su madrina le contó una vez una historia graciosa sobre un científico loco que ponía gatos y bombas en la misma caja.

Y esa niña creció bien, en el seno de una familia llena de amor, donde existían las diferencias, los desacuerdos y las discusiones; pero nunca se escuchaba un grito, ni un golpe y lo que es peor, un cohibido silencio.

Creció sabiendo que el verdadero amor te cambia, porque si amas, estás dispuesto, pero quien te ama, no va a intentar forzarlo.

Que nada debe callarse.

Que las diferencias tienen que respetarse.

Que buscar ayuda es lo más sensato.

Que la confianza es clave en las relaciones.

Y que sus papis se aman, se amarán por siempre, y la aman a ella.

Y claro, también al gato.