Cuando salí de la universidad realmente me sentí fuera de mí, la cólera estaba tomando posesión en mi cuerpo.
Tan pronto como llegue me encontré frente a mí un chico alto y delgado, con sombrero oscuro y de rostro hermoso, no voy a negarlo, ese maldito era hermoso. Lo observaba con fiereza y eso fue notado por él.
- ¿Te debo algo?-¿Tú.... tú eres Seya?
El chico se volvió hacia mí y me miró.
- ¿Nos conocemos?
-No lo creo.
- ¿Entonces qué quieres?
- ¿Por qué has vuelto aquí?
-Tenía una cuenta pendiente con mi ex novio.
"Ex" tuvo el coraje de llamarse a sí mismo ex, cuando no era más que un violador bastardo que había condenado a mi Souichi a un dolor atroz.
-El pasado no debe ser revivido. No tienes ningún derecho de acercarte a Tatsumi. ¡Lárgate!
Él sonrió maliciosamente y se me acercó.
-Lo sé, pero realmente él me gusta y después de muchos años aún sigue gustándome. Sabes...Yo estaría dispuesto a tener otro ''encuentro'' con él, claro esperando que esta vez sea más consentido.
-¿Consentido? ¿No te has arrepentido de nada por lo que pasó?
- No. Me acostaría con Tatsumi muchas veces más. ¿A quién no le vuelve loco esas caderas tan apretadas y ese trasero tan hermoso? Estaría dispuesto romperlo mil veces más.
Esto era asqueroso, había superado todos los límites.
¿Otra ronda con él? ¿con mi Tatsumi?
Mis manos temblaban de rabia, estaba en el límite de mi paciencia, ahora había llegado mucho más allá de mi resistencia.Le lancé un derechazo tan fuerte que el hijo de puta cayó directamente al suelo.
El bastardo sobó su mejilla y me miró riendo.
- Jajajajajaja ¡Ya entiendo! ¡Estás con Tatsumi! Dime...¿Cómo se siente ser el segundo en llegar? ¿Aún está estrecho?
Mi cerebro estaba totalmente desconectado de mi cuerpo, empecé a patearlo como si vida dependiera de ello.
El imbécil estaba tendido en el suelo, acurrucado tratando cubrirse de los golpes.
Mientras más lo golpeaba, más recordaba la historia de Souichi, cuanto más pensaba en eso, más sentía ganas de llorar.
-¡Eres asqueroso!Patada.
-!Eres un bastardo
Otra patada.
-¡Eres un hijo de puta!
Otra patada.-¡Mereces morir!
Patada tras patada. Las lágrimas cubrieron totalmente mi cara, estaba entrando en un pánico absoluto, como si hubiera sido herido en primera persona.
Estaba vuelto loco. Detuve mis patadas para posarme encima de él y terminar de mal matarlo a puño limpio, golpe tras golpe, mis nudillos estaban manchados por su sangre. En ese momento era él quien sangraba, yo lo hacía sangrar.
No se defendía. de hecho en ningún momento se defendió, no lo culpo pues no hubiese tenido ninguna oportunidad conmigo.
De repente, dos brazos agarraron mis hombros, cuando me giré; era Souichi, con una expresión asustada en su cara, me detuve al instante.
-¡Mori cálmate! ya no importa.
-¡No oíste lo que dijo! ¡No lo sabes!Le grité preso de la frustración y con mi rostro bañado en lágrimas. Souichi rió amargamente y me obligó a levantarme, acarició mi cabeza y luego me abrazó.
-Sé de lo que es capaz, pero no quiero que arruines tu nombre por él. Vamos a casa.
Mientras caminábamos hacia casa, Souichi se volvió hacia Seya, quien miró hacia atrás mientras aún estaba tendida en el suelo.
-Si te atreves a presentar cargos, te juro que la próxima vez no lo controlaré ¿entiendes?
Solo logró asentir con la cabeza, respiraba con mucha dificultad y escupía sangre por la boca, ahora que lo miraba bien, realmente lo había lastimado.
-----Cuando volvimos a casa, Souichi no dijo una palabra, parecía muy preocupado por algo, decidí preparar un buen café caliente, así tal vez se tranquilizaba.
¡Qué desastre! Había empezado tan bien este día, estaba tan feliz... y él arruinó todo.
Por un lado, no me importa, me sentí realmente bien después de golpearlo, pero ver a Tatsumi así ... me hizo sufrir.
- ¿Quieres un poco de café?
- un poco.
-Tatsumi, por favor, si hay algo mal, dime, no puedo soportar verte así.
Souichi resopló y se acercó a mí,
-Todo está bien, pero Morinaga, solo te pido un favor, no te involucres con Seya.
- lo siento.Dije mirando hacia abajo
-¿Cómo supiste que estaba ahí?
Miré a mi alrededor, reflexionando sobre lo preguntados, ¿tenía que decir la verdad o inventar una excusa?
-Morinaga, quiero que seas honesto.
- Mai me llamó .
Souichi puso los ojos en blanco e hizo una mueca con la boca.
-Ahhh ... esa chica ...
-No te enfades con ella, te juro que estaba aterrorizada.
-Sí, lo sé, pero no debió involucrarte.
-¿Quiere decir que no tu me llamarías?
-No. no te llamaría, jamás te metería en problemas.
-Él me provocó.
- ¡Pero si ni siquiera te conoce! ¡Fuiste a propósito hacia él!
- ¡Es un psicópata! ¡Él no debió acercarse a ti!
-Lo entiendo, pero no es una buena razón para ser arrestado, por favor Morinaga no me preocupes, no te comportes como un tonto.
-Te pido perdón ... es solo que no puedo evitar pensar en lo que él te hizo.
Me acerqué a él y lo abracé, trató de alejarse de mí, pero no pudo.
-Debí está ahí contigo para defenderte, para salvarte de lo que ese bastardo te hizo.-No seas estúpido, no podías evitarlo, tenía que ser así. Ese era mi destino.
Esas palabras apretaron tanto mi estómago que empecé a llorar como un niño.
Sorprendentemente, Souichi consciente de mi estado emocionalmente roto, me abrazó con más fuerza.
Tomó mi rostro con sus manos y me depositó un suave beso en los labios, luego de eso me susurró.
-Probablemente, en otra vida lograste salvarme... Y ya deja de llorar estúpido idiota, me duele verte así.Y pasé la tarde acurrucándome en sus cálidos brazos, esperando que juntos podamos algún día dejar esta parte de su vida atrás.

ESTÁS LEYENDO
Toma mis mano
FanfictionEsta es una historia estúpida, pero Eva Gabriela Hernández Acosta dice que es hermosa y me obligó a publicarla. Espero que les guste, y perdonen los errores de ortografía pero soy italiana.