A la mañana siguiente hacía calor, mi alma se calentaba con la suya.No había podido dormir mucho, mi cabeza seguía procesando la historia de Souichi y recordando su dolor, ese tipo profano su cuerpo y su historia violó mi alma.
Ahora ya no quería pensará en eso, él ya no tenía que pensar en eso.Habíamos dormido juntos en su cama.
Seguramente fui demasiado lejos, pero quería se diera cuenta que lo sufrido no significaba nada, no debería asociar ese disgusto con lo que podría haber entre nosotros.Me centré más en su placer personal que en el mío, quería que se diera cuenta que ser tocado por alguien con amor de verdad era compartir su alma, su esencia.
Que él me estaba confiando su cuerpo, pero yo también le estaba confiando mi corazón y mi alma.Una vez más confiaba en un hombre, un hombre que había sido despedazado, pero me estaba dando la oportunidad de volver armarlo. Juro que lo haré, juro que lo haré volver como estaba.
A pesar que mi sueño había sido agitado, él había estado tranquilo, estaba tan cansado que se había derrumbado en un sueño profundo, no se movió de la posición en que se había quedado dormido, su espalda estaba contra mi pecho mientras yo lo abrazaba por detrás.
Esperaba con ansias su dulce despertar.
Me giré por un momento para mirar el reloj a las 6:00 am.
Cuando me volví hacia Souichi, lo vi con los ojos abiertos, me estaba mirando.
-Buenos días.
Souichi miró a su alrededor con cuidado, luego nos miró y se sonrojó.
-B ... Buenos días.
Ninguno de nos dos llevaba la camisa y obviamente habíamos dormido con unos vaqueros medio desabrochados, nos había limpiado pero no había tenido ganas de rebuscar ropa limpia en sus cajones.El hecho que no tuviéramos los suéteres significaba que habíamos sudado ambos, juntos y el sudor no era el único líquido que habíamos compartido la noche anterior.
Creo que Souichi estaba pensando exactamente en esto, vista la expresión en su rostro.
Escapó de mis brazos y salió de la cama.- ¿estás bien?
-Estoy sudado ...
¿dormiste con tus jeans en mi cama?-Después pongo las sábanas en la lavadora.
-Tú ... ¿me has tocado toda la noche?
-Si quieres dicir "abrazar", sí, te toqué, si quieres decir otro no, ayer fue todo...Por el momento.
Souichi se sonrojó y se envolvió en sus brazos.
- Voy a darme una ducha.
Y se escapó.
Su reacción fue extraña, recordé sus crisis hacia mí, ahora no temblaba, no quería llorar, no se había derrumbado.
Parecía quizás... más avergonzado que desestabilizado.Tal vez después de tres meses finalmente pudo confiar en mí.
Cuando salió del baño, ya había puesto las sábanas en la lavadora, afortunadamente a ninguno de los dos nos tocaba trabajar.-Gracias por las sábanas.
-Oh, de nada. Tatsumi ...
-¿Si?
-¿Yo puedo darme una ducha?
Souichi palideció y retrocedió.
Sé lo que estaba pensando; tendría que meterme en su ducha, usar toallas y regalarle bacterias.-Está bien, pero espera, te traeré toallas para los invitados.
Esas toallas parecían haber sido esterilizadas muchas veces, así que él también tenía invitados de vez en cuando, quién sabe quiénes eran.
••••••••••••••••••••••••••••••••
-Morinaga....Quiero que te quedes a almorzar, pero tengo el refrigerador vacío, ayer olvidé hacer las compras.
-¿Qué dices si las hacemos juntos?
Souichi parecía vacilante, pero aceptó.
Mientras llevaba puesto su abrigo, aproveché de su distracción para esconder sus guantes.••••••••••••••••••••••••••••••••
Hicimos malabarismos entre los distintos departamentos del supermercado, el carrito se había llenado por completo, Souichi no había tocado casi nada, cuando llegamos al departamento de frutas parecía realmente en problemas, tal vez quería comprar algo pero no podía tocar las cosas.
Lo vi hurgar en sus bolsillos en busca de los guantes que no pudo encontrar y ya estaba empezando a entrar en pánico.
Así que tomé uno de los tomates, lo puse en la palma de su mano y le acaricié la mano con las mías.-Tatsumi mira, no hay nada de malo en eso, no hay nada sucio.
Le sonreí para tranquilizarlo y él me miró de forma extraña, pero no se escapó.
-Sí...no está sucio.
Yo seguía acariciando su mano mientras el esbozada una hermosa sonrisa que me cautivó demasiado.
Cuando regresamos a su casa no pude determinar si estaba relajado o no, había tocado la bolsa de la compra y también había puesto los productos en los muebles, a veces lo veía buscando sus guantes pero no cederé, lo ayudaré a superar su trauma.•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Me encontraba en la cocina preparando el almuerzo.
Yo cocinaré, porque Souichi parecía no llevarse muy bien con la cocina.
Luego de unos minutos la comida por fin estaba lista.••••••••••••••••••••••••••••••••
Estábamos sentados a la mesa y mientras comíamos la puerta se abrió.
Souichi fue tomado por sorpresa, una joven al otro lado.-¡Niii-saaan! Te extrañe!
-Kanako te dije que me avisaras cuando quisieras volver, habría ido a recogerte.
-Quería, pero sabía que no coincidiría con tu horario universitario, no pensé en encontrarte.
-Bueno.... hoy es mi día libre.
La niña sonrió, luego se fijó en mí, su expresión era sorprendida y feliz.
-¡ No lo puedo creer! ¡tenemos un invitado!
Souichi apretó los dientes y se volvió hacia mí.
- Es un.... amigo...supongo.
Esa última palabra la expresó casi en un inaudible susurro.
-¿Realmente? ¡Que lindo! Un nuevo amigo, las únicas personas que vienen aquí son Mai e Isogai, me alegro que tengas un nuevo amigo.
-Sí
-¿Quién es Isogai?
Se encendieron todas mis alarmas y la irritación se avecinaba en mi cuerpo, pues ese nombre nunca lo había escuchado de la boca de Souichi.
- Un amigo de mi hermano.
Me di cuenta que la niña nunca dejó de mirarnos, nos estaba estudiando, ¿era realmente tan raro ver a alguien en esta casa?
Souichi se tomó un momento para ir a su habitación.
Kanako se sentó a la mesa junto a mí, tomó un trozo de tocino del plato, me miró y sonrió.-Gracias.
- ¿Por qué?
- Por amar a mi hermano.
Su declaración me dejó sorprendido en totalidad.
Pero no pude hacer otra cosa que sonreír y contestar con un simple....-De nada.

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Toma mis mano
Hayran KurguEsta es una historia estúpida, pero Eva Gabriela Hernández Acosta dice que es hermosa y me obligó a publicarla. Espero que les guste, y perdonen los errores de ortografía pero soy italiana.