Narra Yuri
Le pedí a Sica que se bajara de la moto con cuidado y que se sacara el casco, cuando lo hizo noté su cara de horror y obviamente tenía muchas preguntas. Me pasó el casco y la siguiente en bajarse era yo, me coloqué frente a ella y le sonreí.
— ¿Qué hacemos acá?— preguntó colocando sus brazos cruzados sobre su pecho.
— Vinimos a pasar un buen rato juntas.
— ¿Un buen rato? ¿En este lugar?— ella elevó una ceja.
— Mira, sé que no entiendes nada pero...
— No Yuri, eres tú la que no entiende. A lo mejor hablar con Sunny te hizo mal pero en ninguna de tus opciones traerme a este lugar son buenas.
— ¿Por qué no?
— Tú sabes por qué.
— Quiero que lo digas.
— No empieces a jugar, Yuri.— se colocó de lado.— Me sacaron de esa clase para poder venir a revivir uno de los momentos más duros por los que he tenido que pasar, eso no es amor, no es lindo, ni tampoco sirve para pasar el tiempo.— noté cómo Jessica miró hacia arriba y me di cuenta que buscaba el barranco por donde sus padres cayeron en ese maldito accidente.— Lo único que estas logrando es que reviva una y mil veces muchas imágenes que tenía bloqueada.
— Eso está mal, ¿no?— ella se quedó callada.— Es lo que siempre nos repites, uno no tiene que bloquearse cosas porque solo es un peso mas.
— Tú... tú no entiendes.— Jessica se dio media vuelta y caminó en dirección a la carretera.
— Te puedes ir.— le grité.— Pero este lugar no solo es malo para ti.— ella frenó en seco pero sin voltear.— Y esa es la razón por la que te dije que nuestras vidas juntas estaban destinadas.— me miró. ¡Perfecto! Tenía su atención.— Acompáñame, necesito contarte algo.
— No me hagas esto, Yuri.
— Entonces vamos a una mesa de camping que hay por acá y te cuento, ¿de acuerdo? Nunca te obligaría a hacer algo que tú no quieres.
— Traerme acá engañada cuenta como obligación.
— Al final del día todo valdrá la pena.
Jessica no dijo nada y comenzó a caminar hasta una mesa, me coloqué las llaves de la moto en el bolsillo de mi pantalón y la seguí. Saludé a algunos niños que andaban jugando por ahí hasta que llegamos a nuestra mesa.
— Dime de qué se trata esto por favor.
— Sé que este día es difícil para ti pero no porque haya hablado con Sunny.— ella no decía nada.— El día que nos contaste lo de tus padres y quién eras en realidad yo llegué a mi casa a buscar información y bueno, creo que ya sabes lo que encontré.
— En internet está toda la información que se deseabas no.
— Lo de tus padres fue una tragedia pero no es justo que pases tu vida juzgándote a ti por eso.
— Es mi culpa de todas formas.
— ¿Por qué?
— Por no haberme ido ese día a la hora que correspondía, ellos tuvieron que venir a buscarme, subir esta mierda de montaña y bueno... pasó lo que pasó. Sigo sin entender que tiene que ver todo esto con nosotras pero...
— Cuando mi mamá se suicidó dejó una carta.— dije mirando mis manos, aún tenía la imagen de esa carta cubierta de sangre y mis manos temblorosas.— Creo que recuerdo perfectamente lo que decía pero cada vez que trato de recordarlo todo se vuelve borroso.— me le quedé viendo.— Lo único que recuerdo es de una posdata que decía que me amaba y que realmente lamentaba por no haberme dado un hermanito o hermanita, que la vida hubiera sido un poco más fácil de llevar con uno en mi vida y que no permitiera que me enterraran, que la cremaran... y eso hicimos, en esa carta también salí del lugar y este es el lugar.— miré hacia arriba.— Recuerdo que estaba cansada, que sudaba mucho porque ella quería que la lanzáramos desde la punta y eso hicimos, también recuerdo que era un día de tormenta y cuando las lanzaron muchas cayeron encima de mi ropa. Era pequeña así que me asusté, como eran cenizas creía que prenderían en cualquier momento.— reí y ella sostuvo mi mano, levanté la vista y me le quedé viendo.— Nada de lo que pasó en esos años fue nuestra culpa, no pudimos hacer mucho.
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Sessions Of Love (Adap. YulSic)
FanfictionNo importa cuánto lo intentes ni cuánto esfuerzo le coloques a no sentir, no importa cuántos obstáculos tú misma te coloques, ni cuántas historias fantásticas inventes en tu cabeza porque siempre habrá alguien en el mundo que te haga ver y entender...