Sessions Of Love (Adap. YulSic)

Capítulo 18

Narra Jessica

Me coloqué la bata sobre mi ropa interior y bajé hasta el living, me serví una copa de vino, prendí el televisor y me puse a esperar a Yuri. Estaba desesperada, nos habíamos besado hace menos de una hora y ya la extrañaba, nunca antes había pasado algo así. Era increíble cómo cada vez que pensaba o recordaba lo que acababa de pasar cada parte de mi cuerpo la recordaba y la extrañaba.

Había tenido este tipo de contacto con otros estudiantes y les había hecho firmar un contrato de silencio completamente legalizado pero con Yuri ni siquiera lo pensé, sé que ella no diría absolutamente nada ni que sus amigas ni las mías lo harían y lo que hacía más complicado este asunto era que yo me llevaba bien con sus amigas las cuales eran mis alumnas y ella se llevaba excelente con las mías. Especialmente con Sunny, esa extraña conexión que tuvieron cuando apenas Yuri cruzó esa puerta la primera vez, era raro pero me agradaba.

Yuri: ¿Sigues sola?— No pude evitar sonreír

Jessica: Dime que estas afuera de mi departamento o me iré a dormir, nunca he esperado tanto por alguien Kwon.

Yuri: Bueno siempre hay una primera vez para todo, ¿no? Y sí, ábreme la puerta que ni siquiera puedo tocar el timbre. Apúrate.

¿Ni siquiera puedo abrir la puerta? Dejé el celular en el sofá y me dirigí hacía la puerta, la abrí y estaba ella con su estúpida sonrisa que me derretía, con sus estúpidos ojos color miel y su maldito Beanie que me estaba matando.— Hola.— dije levantando dos bolsas blancas.— Creí que tendrías hambre y no precisamente de mí.— una carcajada se me salió y a ella también.—¿Me harás pasar o comeremos acá en el suelo?

— Oh, lo siento pasa.— Yuri entró y cuando cruzó frente a mí noté su perfume y recordé cuando me acomodé en su cuello hace una hora atrás en ese cuarto.— ¿Qué trajiste?— pregunté cerrando la puerta.

— Bueno, no sé si te gusta pero es mi comida favorita y tenía antojo así que...— Yuri sacó el contenido de la bolsa y lo dejó sobre la mesa.— Es sushi, dime que te gusta o te juro que soy capaz de tirarme de tu terraza.— sonreí.

— Me encanta el sushi.— dije sentándome frente a ella.— Pero tu no tomas vino, ¿verdad?— ella se me quedó viendo.

— Creo que una copa de vino blanco no me haría mal.

— ¿Solo una?— me acerqué a ella con mis manos en mi rostro.

— Eres adorable.— Entonces ella se acercó a mí, agarró mi barbilla y depositó un tímido beso sobre los míos. Era estúpido que ese estúpido beso insignificante tuviera esta estúpida reacción en mi. Parecía una estúpida chica de 15 años que se había puesto de novia por primera vez.

— Iré a buscar el vino.— toqué la punta de su nariz y fui hacia la mesa que estaba al lado del sofá donde había estado tomándome una copa antes.— Lamento que esté abierto pero tenía que esperarte y te tardaste mucho.

— Lo sé, pensé en llamarte pero... pero la sorpresa se arruinaría.

— Qué raro.— dije mirando la mesa.

— ¿Qué cosa?

— Ya no me tratas de usted.— ella sonrió.

— Se siente raro hacerlo después de... bueno... ya sabes.

— En el instituto tendrás que hacerlo.— comenzamos a comer y a hablar como si nos conociéramos de toda la vida.

— Descuide, señorita Jessica.— dijo mirándome directamente a los ojos.— Que en el instituto volveré a ser su sumisa.— ¿Sumisa? Esa palabra me hizo delirar en imágenes que se vinieron a mi cabeza, ¡tienes que parar Jessica, tienes que parar!— ¿Dónde están las chicas?