Sessions Of Love (Adap. YulSic)

Capítulo 74

PENÚLTIMO CAPÍTULO

Narra Jessica

El viaje había sido extenuante, Sinb no había dejado de preguntarme el por qué nos habíamos venido a vivir acá si allá en Seúl ella tenía todo lo que quería. Y lo que más me sorprendió fue que me dijera que nunca me perdonaría que no la haya dejado despedirse de Yuri y que nunca iba a aceptar a otra persona como pareja mía a no ser que fuera ella.

— ¿Cuánto falta?— esa había sido la única palabra que me había dicho desde que bajamos del avión.

— Unos minutos más, amor.— respondí mirándola pero ella no me miraba.— Cuando lleguemos a la nueva casa tendremos que hablar.

— No quiero hablar.— Sinb solo miraba hacia el paisaje y a pesar de todo sabía que le gustaba. El lugar era hermoso, por donde vieras habían áreas verdes, niños jugando, el transporte era muy ordenado. No se comparaba con Seúl.

Desde que había puesto los dos pies en Londres traté de llamar a Yuri pero nada, supuse que estaría durmiendo aún o estaría arreglando todo para volver a trabajar así que decidí llamarla después.

— Llegamos.— me dijo el taxista.

— Gracias.— le pagué y salí con Sinb. El edificio era hermoso, era gigante y uno de esos departamentos sería nuestros.

— ¿Aquí viviremos?

— Sí.— dije tomando su mano y entramos, apenas entramos se me acercó un joven.

— Señorita Jung sus cosas ya llegaron y están en su habitación.— me pasó una llave.— Es la llave de su nuevo hogar, la única copia que existe está en recepción con nosotros.— sonreí.— Esperamos que este nuevo viaje que está realizando en su vida sea de su agrado. Cualquier duda, ya sabe dónde estoy.

— ¿Cómo te llama?

— Jaejoong.

— Lindo nombre.— él solo sonrió y subí con Sinb hacia nuestro piso, el piso 8. Mi número de la suerte.

Cuando entramos el lugar era... era increíble, era muy grande y amplio para que Sinb corriera por todo el lugar.

— ¿Esta... esta es nuestra nueva casa?— preguntó sorprendida.

— Sí, ¿te gusta?

— Mamá.— me quedo mirando y comenzó a recorrer todo el lugar, era bueno al menos saber que ya no me odiaba. Miré la hora y acá eran las 6 de la tarde. Recorrí el lugar junto con Sinb hasta que tocaron la puerta.— Yo voy.— Sinb corrió y era el Jaejoong.

— Hola.

— Hola. ¡Mamá, Jaejoong!

— Ya voy.— estaba de pie con una carta.— Hola.

— Disculpe, pero dejaron esto para usted.— me entregó la carta.

— Gracias.— pero él no se movía.— ¿Pasa... pasa algo?

— La persona que me la entregó me dijo que no me podía ir hasta que usted la leyera.

— Oh... bueno.

Cuando abrí la carta solo tenía lugares enumerados y en todos terminaba con la frase "te espero ahí".

— Se tiene que ir ahora.— miré a Jaejoong.

— Acabo de llegar, no tengo con quién dejar a Sinb.

— Estoy aquí, usted vaya.— miré a ese chico que solo conocía hace 2 horas.— Descuide, no soy un violador ni nada como eso.— sonreí.