❄ Capitulo Veinticinco ❄

611 45 6
                                    

Habían pasado tres días desde aquella vez, me sentía algo intrigado, normalmente hubiera venido a la mañana siguiente pero no fue así.
Me encuentro más calmado y he tenido tiempo de pensar seriamente en nosostros como una pareja y no como amantes furtivos (lo que es bueno considerando mi carácter), incluso he llegado a contemplar la posibilidad de hacerle saber a mis amigos sobre lo nuestro, (aunque posiblemente ya lo saben) pero el hecho de que hace tantos días que no le veo me tiene con preocupación. No podía evitar pensar en el mientras estaba sentado fuera de la casa mirando a lo lejos, esperando verlo.

- ¿Por que tan preocupado amigo? - dice Miroku.

- ¿preocupado, yo? estas delirando monje -

- Acaso se debe a la ausencia de cierto demonio - había una clara muestra de burla en su voz.

- ¡no seas idiota! quien se preocuparía por ese rabioso, además, estoy seguro de que volverá - mi mirada se pierde de nuevo en un punto lejano.

- Es probable, aunque también se veía bastante molesto por la actitud tan infantil de su novio - me levanto molesto, ¡¿Quien se cree este bastardo para hablarme asi?!

- ¡Yo no soy infantil! te lo voy a demostrar -

Sin darle tiempo a reaccionar me alejo de el tratando de buscar a Koga, aunque no siento su presencia por ningún lado, talvez este mas lejos de lo que había pensado. camino despacio a travez del bosque pensando en lo que dijo Miroku, talvez no este equivocado, después de todo si me he comportado de manera infantil con el, pero por que siempre tengo que ser yo el que se disculpe por todo, el también es impulsivo, caprichoso y bastante idiota y no veo que alguien lo obligue a disculparse.

Por otro lado, también es cierto que normalmente soy yo quien termina enojado pero no es tan fácil cambiar mi forma de ser, no conozco otra manera de ser por lo que me es difícil saber como comportarme con el, no tengo muy buena experiencia en eteo del amor por lo que no siempre se si lo que hacemos es correcto y a decir verdad tengo miedo de hecharlo todo a perder. Después de que Kagome se fuera el se quedo aquí, me hizo sentir algo que ni siquiera ella había logrado y su compañía me hace sentir una paz que no he experimentado antes y tengo miedo de perder todo eso por mi manera tan tosca de ser, tengo miedo de perder los amigos que tengo si les cuento esto, tengo miedo de no poder cambiar y a la vez de cambiar, no se que es lo que me pasa, cada vez siento que me agobio cuando pienso en todo lo que tengo y las formas de perderlo.

Tan perdido estaba en mis pensamientos que no sabia donde estaba ni me di cuenta de que había alguien siguiéndome hasta que ya era muy tarde. Dicho acosador me había tapado los ojos con una venda.

-¡Que carajo! suéltame bastardo - trate de golpearlo pero me sostuvo fuerte con sus brazos.

- No te asustes, solo quería sorprenderte - reconoci la voz al instante, ese maldito bastardo de Koga.

- ¿Se puede saber a que carajo estas jugando? casi me matas del susto maldito idiota - intento quitar la venda de mis ojos pero sus manos apartan las mias.

- Ya te lo dije, quiero darte una sorpresa - me toma por los hombros y me obliga a caminar, con cuidado me indica el camino.

- ¿Por qué no habias venido antes a verme? -

- Tu me dijiste que no querías verme en almenos tres días, asi que decidi darte un momento de paz, creo que te sofoco demasiado asi que pensé que esto seria bueno para ambos -

- creí que estabas molesto, después de todo es cierto que nosotros hemos tenido unos cuantos problemas - casi caigo al tropezar pero el me sostiene con fuerza.

La historia de nuestro amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora