Mi Oculto Amor - Chriserick

Capítulo 2

- Hola, Christopher - saludé.

- ¿Y qué tal? - preguntó ella.

- ¿Qué tal que? - pregunté confundido.

- Mi novio Christopher.

- ¡Ah! - volví la mirada a él - bien, supongo, son tus gustos.

- Es precioso - depositó un beso en sus labios.

El chico no estaba mal, algo flaco, muy niño, pero feo no era.

Comenzaron a besarse en frente mío, odiaba que hagan eso, hacen sentir incomodidad en las personas como yo que estábamos solos.

Caminé hasta un lado, de solo ver el alcohol me dieron unas ganas horribles de vomitar, necesitaba algo más refrescante.

- ¿Vas a tomar agua? - preguntó ella.

- ¿No puedo?

- Mira que loco - rió junto a su novio.

- Ayer me fui de fiesta, ya entenderás - contesté serio - tú debes saber, también bebés seguido junto a tus amigas. Supongo que sabías - hablé para el novio.

A veces Jessica me sacaba de mi buen humor, tenía que responderle de igual forma para que me deje tranquilo.

En estos momentos estaba odiando todo, mi humor estaba por el suelo y no quería estar aquí.

Llevaron el pastel para cantarle la típica canción, Richard me daba golpes para que disimule la cara de pocos amigos que probablemente tenía.

- Toma, para que te sirvas algo rico - dijo una de sus amigas entregándome un pedazo de pastel, su coquetería era bastante notoria.

Lo recibí por pura cortesía, tenía el estómago revuelto de una manera increíble.

Apenas comí un poco, las ganas de vomitar fueron más fuertes. Me levanté lo más rápido posible para ir en dirección al baño.

- Vaya mierda - hablé dejando salir el agua del estanque.

Cogí un poco de enjuague bucal, no quería andar todo asqueroso.

- ¿Estás bien?

- Erick - giré mirándolo - sí, solo que ya sabes, la resaca.

- Debiste beber durísimo para estar así - apoyo su delgado cuerpo en el marco - deberías controlar tu forma de consumir alcohol.

Reí ante eso, la verdad él no me conocía para nada - lo dices como si me conocieras, ni que fuera un alcohólico.

- Lo siento - rió agachando la mirada - ¿necesitas algo más?

- No, así estoy bien.

- Bueno, te esperamos allá.

- Espera - tomé su brazo deteniendo su avance - gracias.

- No es nada, eres el amigo de mi novia y te ves agradable.

- Que bueno saberlo.

- Intenta quedarte, se nota que no estás cómodo pero quizás y la cosa se ponga más buena, nunca se sabe.

Asentí. Salí junto a él, por un momento lo imaginé más tímido, más recatado, pero no, me estaba agradando bastante este chico, incluso más que su propia novia.

Me comenzaron a preguntar si estaba bien, tampoco es que haya estado convulsionando, solo vomité un poco.

Jessica apenas lo vio se fue hasta en donde estábamos nosotros, la verdad no imaginaba que fuera de las que literal se pegan a alguien hasta el extremo de no dejar que se mueva, se notaba algo incómodo.

- Puedes dejarlo tranquilo? - pregunté ya fastidiado. Sentí la mirada de todos en mi - ¿qué? Apenas y lo deja respirar.

- No te preocupes - dijo algo sonrojado.

- No es que me preocupe, pero es molesto ver que esté pegada como chicle, ni que te fuera a raptar o algo.

- Loco, ya que te pasa.

- Nada. Me largo, no me siento bien - dije avanzando hasta la puerta.