Capítulo 5

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- No es que lo diga con seguridad...no me hagas caso - terminé por decir - ¿comemos juntos?

- No puedo bro, tengo que ir a ver el asunto del que te hablé, lo del departamento.

- Man, es mucho lo que subieron la renta, ya te dije, vente aquí por un tiempo, hay una habitación vacía, puedes ocuparla en lo que encuentras algo.

- Veré como me va y te aviso.

- Bueno, entonces hablamos loco - dije. Iba casi saliendo cuando recordé algo - RICHARD.

- ¡Qué!

- Lo siento - reí - dame el número de Erick.

- ¿Pa que?

- Para tenerlo, olvidé pedírselo.

- Si me vas a dejar abajo - pidió como condición - y se pide por favor.

- Está bien - puse los ojos en blanco - Richuki ¿me puedes dar el número de Erick? Por favor.

- ¿Me vas a ir a dejar?

- Que sí.

- Bueno, abajo te lo doy - respondió dándome la espalda.

Caminé detrás de él, agradecía no vivir en un piso tan alto, odiaba estar subiendo y bajando a cada rato.

- Hola - saludé al señor de conserjería.

- Hola joven, lo están esperando.

- ¿A mí?

- Te están diciendo que a ti loco - Richard dió un pequeño empujón - es medio tonto.

- Cállate - empujé de vuelta - ¿a dónde?

- Ahí - apuntó a un lugar. Miré sin ver a nadie - que raro, estaba ahí.

- ¿No dijo quién era?

- No, no me quiso decir su nombre, solo dijo que era de urgencia, era una chica.

- Que raro - miré a Richard - si vuelve me avisa de inmediato ¿si?

- Yo le aviso.

Agradecí ante su amabilidad, despedí a mi amigo no sin antes pedirle nuevamente lo que quería.

Apenas subí marqué su número, ni siquiera supe a qué hora se fue o como se fue.

- ¿Hola?

- Hola Erick, soy yo.

- Yo ¿quién?

- Christopher.

- ¡Ah! Hola Chris.

- Richard me dijo que tenías cosas que hacer...este...¿quieres comer conmigo?

- ¿Ahora?

- Cuando estés libre y tengas tiempo.

- En media hora ¿te parece?

- Sí, está perfecto.

- Bueno.

- Bueno.

-...

- ¿Erick sigues ahí?

- Sí.

- Te mandaré la ubicación del lugar, nos vemos en un rato.

- Nos vemos.

Estaba con el tiempo en contra, aún no me había bañado, tenía que ordenar un poco y tenía que hacerlo todo en media hora, que caos.

Corrí de aquí para allá, me bañé lo más rápido que pude, no quería llegar tarde.

Lo cité en uno de mis lugares preferidos para desayunar, aún faltaba para el medio día, por lo que para mí aún era hora de tomar desayuno.

- Llegaste - saludé chocando nuestras manos.

- Sí, ¿resaca?

- No, ni un poco.

- Eso es bueno, en la mañana no te quise despertar, aunque no sé cómo no lo hiciste, estabas encima mío - rió.

- Este... - llevé mis manos a la cabeza - es que no me dejaron espacio, tuve que dormir así.

- No te estoy reclamando - respondió - ¿pasamos?

- Sí, vamos que tengo un hambre.

Buscamos una mesa libre, la chica que atendía ya me conocía, iba con frecuencia.

Pedimos un desayuno bastante grande, al parecer no solo yo tenía hambre.

Desvié mi mirada a él, me quedé pegado apreciando su rostro, sus facciones, sus gestos.

- ¿Qué pasa? - preguntó quitando la mirada de su celular.

- Eres lindo.

- ¿Por qué me dices eso?

- Porque lo eres - humedecí mis labios - eres hermoso.

- Christopher, creo que no... - interrumpí su frase posando mis labios en los suyos, no pensé en nada, solo en lo que deseaba.

Mi Oculto Amor - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora