Epílogo

1.7K 184 66
                                    

- ¿Listos? - preguntó Dafne.

- Ya - respondió Erick con el celular en mano - bájalo, bájalo.

Me senté en el suelo esperando a que bajé a Benjamín, todos sentíamos que estaba creciendo bastante rápido.

- Hijo, ven ven ven - extendí mis manos - ¡ven!

Me miraba con sus bellos ojos, sin duda los sacó a mi.

Dafne lo soltó de a poco, era la primera vez que intentaría dar pasos por si solos, estábamos ansiosos por ver si era capaz de hacerlo.

- Llámalo - pidió su madre para mí.

- Bebé, ven - llamé nuevamente.

- Ya ya - habló Erick al ver que dió un paso - ¡Llámalo Chris!

- Benjamín, camina, toma - le enseñé su chupete, era lo que más amaba.

Fue avanzando a su ritmo, había veces en la que estuvo a punto de perder el equilibrio, pero lograba estabilizarse.

- Uno más, uno más...¡Sí! - exclamé tomándolo en brazos - ese es mi hijo ¡eh!

- Ay sí, nosotros seguramente nosotros no somos nada - se cruzó de brazos al lado de Erick.

- Al menos es un papá responsable - habló él - aunque a veces da más trabajo que Benjamín.

- Yo también soy un bebé, somos los bebés de la casa ¿verdad? - hablé para mi hijo - team bebés.

- Erick, déjalo - bromeó ella en lo que cargaba al pequeño - nosotros nos vamos, no quiero que se enferme.

- Voy por sus cosas - se ofreció Erick.

Me puse de pie para ordenar un poco, desde que soy papá hay juguetes y cosas por todos lados.

- ¿Cómo van con el tema de la boda? ¿Ya se decidieron en dónde?

- Aún no, son muchos lugares, tenemos que ver que coordine la iglesia con el lugar de la fiesta, todo, son muchas cosas y ya queremos tener una fecha fija.

- Tendremos que buscar un traje muy elegante para este pequeño - se refirió a mi hijo - se verá mejor que los novios.

- Eso no lo dudo.

- Aquí está todo - le entregó la pañalera - creo que no se me olvida nada.

- Gracias Erick, qué haría sin ti - apretó una de sus mejillas - ¿nervioso?

- ¿Por qué o qué?

- Por tu boda.

- Un poco, son muchas cosas y ya estamos colapsando - rió - pero ansioso también, es un gran paso.

- ¿Hijos? ¿Piensan tener?

- Estamos dando pasos grandes pero tampoco te apures - dijo mi novio.

- Quedamos en esperar al menos hasta que Benjamín crezca un poco, estabilizarnos mejor, estar bien seguros.

- Tienes unos padres excesivamente tiernos. ¿Van por él el viernes o lo vengo a dejar yo?

- Yo creo que nosotros - dije.

- Perfecto.

Nos entregó al pequeño para que nos despidamos.

Quedamos en dividir los días de la semana para estar con él, pasaba cuatro con ella y tres conmigo, a veces nos íbamos turnando cuando ella tenía algo que hacer.

Le estábamos dando un buen ambiente, estaba creciendo bien, feliz, no le faltaba nada, amor le sobraba.

- Está tan grande - dijo apenas quedamos solos.

- Sí - lo rodeé con mis brazos - le gusta bastante estar contigo, ya lo sorprendí.

- ¿Crees que cuando tengamos uno propio lo haremos bien?

- Sí, excelente.

- Por cierto, te llamó Richard.

- ¿Que dijo?

- Que vendría mañana.

- Hasta que aparece, desde hace días que no lo veo, en algo debe andar ese loco.

- Tiene sus propios asuntos, además me tienes a mi ¿no?

- No.

Frunció el ceño separándose de mi, el me hacía muchas bromas y era justo que yo también lo haga.

- Quédate solo entonces - caminó molesto hasta un extremo del departamento.

- Hey - pegué su cuerpo a la pared - no te enojes, que sensible ¿por qué?

- Porque quiero, porque puedo y porque me da la puta gana.

- Uy qué boquita - deposité un beso - así de malo me provocas más.

- Desde cuando aquí tan Grey.

- Bueno, desde que te meto...

- Vélez Muñoz - tapó mi boca - sigues igual de directo como cuando te conocí, solo que ahora tengo derecho a callarte la boca.

Saqué su mano para poder hablar - ¿y cómo?

- Con besos - depositó uno tras otro - y bueno, con otras cosas más.

- ¿Que cosas?

- No sé - comenzó a bajar el cierre de mi pantalón - averigüemos.

Enamorado era poco, el me complementaba a la perfección, era mi parte buena, el que me animaba, el que me ayuda, el que me hacía ver las cosas con mucha más vida.

De Jessica lo último que supe fue que le quiso insistir a Erick, precisamente lo supe por él, tuvo la confianza de decirme lo que estaba pasando. Obviamente como todo macho que defendía lo suyo, le dejé las cosas bien claras.

Erick no se iba de mi vida al menos de que él lo quisiera así, mientras eso no pase, nadie me lo iba a quitar, sería bastante tonto como para dejar que eso pase.

- Te amo - dijo sin motivo alguno.

- Eres mi vida junto a mi hijo, ya no puedo estar sin ustedes dos.

- No pasará, por algo nos casaremos y formaremos nuestra familia en donde también estará él, nunca lo he dicho, pero a veces me siento como un papá con tu hijo, aunque no sea mío.

- Lo es, ese niño con solo verte se vuelve loco.

- ¿Cómo el papá?

- Daría todo por ustedes, y créeme que nunca nadie los va a tocar, nunca. Primero muerto.

- Te amo.

- Te amo amor.

Mi Oculto Amor - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora