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-Tus pecas son algo oscuras- un leve pinchazo con un dedo saco a Asai de sus pensamientos.

-No son pecas, son lunares, Theo- quitó el dedo de su cara- Y no me toques, porfavoh-

-Entonces, ¿para que me necesitas aquí? Llegaste empujando a todos y arrastrándome a aquí arriba- Theo lo vio de una manera divertida-¿Puedo unir los lunares con un marcador?-

El mayor vio de mala manera al menor y negó repetidas veces. Suspiro hondo y al fin se dispuso a hablar.

-Si tu. . . Tuvieras. . . Sdhefjxo con una amiga, y esa amiga gusta de ti. . .¿Ya son novios?- miro a Theo de reojo, juraba que lo miraba raro.

-¿De qué hablas? ¿Tener qué?- 

-Sexo. . .- fue más un susurro que una palabra.

-¿Qué?- Theo se acercó para tratar de escuchar mejor.

-Seeeeexo- dijo rápidamente

-Habla bien-

-¡SEXO!- Varios -sh- se escucharon en la parte de abajo y pudo observar que varios lo miraron de mala manera.

-Hombre, ¿me puedes repetir la pregunta? Que no recuerdo después de tanta vuelta que le diste al asunto- Le dio un sorbo a su malteada y miro como su acompañante casi lo mataba con la mirada. Se removió de manera incomoda en su lugar.

Un pesado suspiro salio por parte de Asai mostrando su frustración.

-Si un amigo. . .digo-carraspeo- Si una amiga, si una amiga; si una amiga gusta de ti y llegan a tener sexo. Bueno, no sexo, si no sexo oral. ¿Los hace novios o los compromete de alguna manera?-Entrelazo sus manos y bajo la mirada esperando la respuesta.

Después de aquel encuentro con Leiva se habían quedado dormidos de nuevo y al despertar salio de la casa para evitar todo contacto con su amigo, necesitaba pensar y tener a Leiva cerca no se lo permitía.

El silencio no duro mucho tiempo, la cara que Theo ponía al pensar era digna de burla pero eso no le importo en esos momentos al mayor. La tensión lo estaba carcomiendo por dentro.

-No creo. Digo, es sexo casual. He tenido varios de esos, más bien los convertiría en amigos con derechos- volvió a pensar un poco más- Aun que si esa persona quiere algo, lo mas probable es que se ilusione- Asintió para reafirmar su respuesta y volvió a ver a Asai- ¿Acaso te acostaste con alguien? en dado caso, ¿Por qué me lo cofia a mi y no a alguien más? Yo solo tengo 19 años, soy un bebé- Theo hizo un puchero haciendo que Asai sonriera.

-Ni tan bebé si tu vida sexual es más activa que la mía-Theo hizo un mueca de asco y solto una leve carcajada- Y te lo confió por que no tengo con quien más hablarlo.-

-Oh bueno. . .Lo mejor será que hables con tu amiga y dejes todo en claro- Ambos asintieron en sincronía y terminaron sus bebidas. Asai le agradeció el consejo al menor y salio directo hacia su departamento.

A mitad de camino vio que su amante de una sola noche subía a un deportivo rojo, pero no iba solo. Un hombre de más de 40 años lo sujetaba firmemente del brazo, su amigo se notaba incomodo. Rápidamente el hombre subió al automóvil y arranco a toda velocidad.

No tranquilo por lo que acababa de ver llamo a su amigo.

-Leiva, ¿Donde estás?- apresuro su paso, casi estaba corriendo. Esperaba que ese auto llevará a su amigo a casa.

-A, si mira, salí por qué me llamaron de un trabajo- su tono de voz era nervioso, los sentidos de alerta de Asai comenzaron.

-Necesitamos hablar lo de a noche, ¿Entiendes? Ven ahora mismo- Iba a hacer lo que fuese para que su amigo regresará y estuviese lejos del peligro.

-Si, si ya cuelgo. Solo dejame despedirme- La tenue voz que Leiva mantenía aún era audible para Asai- A, nos vemos en la noche. Por favor, no me esperes.-

-Dime donde estás, voy en este momento por ti- Ya había llegado al edificio y estaba dispuesto a regresar por su amigo.

-Mierda, no. Quédate en el departamento, ¿Eres necio? Entiende. ¡Estoy bien!- Asai se quedó de pie en la entrada de edificio. -Nos vemos en la noche- y colgó la llamada.

A paso lento Asai entro al departamento y se recargo en la puerta procesando lo que había pasado con Leiva. Quizá vio mal y es un paranoico que confundió todo.

-Ahi estás. Necesitamos hablar- Luh lo halo del brazo y lo sentó a la fuerza en el sofá. -Te dije claramente que te quería lejos de mi hermano, ¿Y qué es lo primero que haces? Le das sexo oral. No metas a mi hermanos en tus mierdas de maricones- se puso a la altura de Asai y le puso el dedo índice repetidas ocasiones en su hombro- Aléjate de él-

-¿Cuál es tu puto problema?- quitó el dedo de Luh de encima suyo - Si se la quiero chupar a tu hermano lo voy a hacer. Si me gusta tu hermano o no es mi maldito problema- Se puso de pie, tontamente se lo olvidaba que Luh era más alto que él, pero en ese momento era lo que menos le importaba. -Metete en tus putos asuntos, jodido de mierda- ¿enserio es lo mejor que se pudo ocurrir?

No tenía previsto que Luh lo iba a jalar hasta quedar a pocos centímetros, sus ojos estaban uno frente al otro. Las manos del mayor redeaban los brazos del menor. Los ojos de Luh estaban analizando cada parte de la cara de Asai. Se soltó incómodo y retrocedió unos pasos.
Luh se volvió a acercar y tomo el mentón de su contrario haciendo que este levantara la mirada y se vieran directamente a los ojos de nuevo. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo lo soltó y le dio la espalda.

-Haz lo que quieras. Solo ten en cuenta que no dejaré que mi hermano este contigo- y perdió en la oscuridad del pasillo.

Asai trataba de analizar lo que acababa de pasar, se estaba mareando. Tomo asiento cuando escuchó el abrir y cerrar de la puerta, seguido de peso extra a su lado.

-Lamento lo de hace unas horas-

-¿Horas? Han pasado horas. Esto no puede estar pasando, dejaste este mundo de lado hace apenas unos años- Asai sacudió su cabeza y volteo a ver a su acompañante.

-Tenemos que hablar-.

. . .

Luh tocaba su pecho tratando de controlar su respiración. ¿Que te está pasando?

¿Amor? NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora