Ganas de Superarse

Superándose con mucho esfuerzo

Con mucha dificultad lograron cruzar las fronteras mexicanas, evadieron muchos retenes militares y al fin llegaron al pueblo más cercano fue a Ciudad Hidalgo, Chiapas, visto que ellas entraron por ciudad de Tecún Umán, perteneciente al departamento de San Marcos, Guatemala; allí en Ciudad Hidalgo lograron hospedarse e iniciar una búsqueda laboral, como esa es zona cercana al mar la producción de mariscos es una de sus fuerte y por ahí con su amiga Renata se mezclaron entre los habitantes, pasaron inadvertidas entre tantos, llegaron a una empresa pesquera a solicitar empleo, resulta que necesitaban personal de aseo para una de las plantas donde se hacía la selección del producto de exportación, Sarahí al igual que Renata no perdían comunicación con sus familiares, las remesas siempre estaban puntuales para que estuvieran con solvencia económica, pero doña Altagracia no dejaba de producir su producto de manualidades y ella iba creciendo, los niños no paraban de estudiar, ellos también avanzaban.

Alejandra: ¿no me estás mintiendo con esa historia verdad?.
Melissa: es una historia real, es más, puedo llevarte algún día con Sarahí, es difícil encontrarla, pero ella podría contarte mejor esa historia.
Alejandra: continúa pues, apúrate tengo que ir hacer unas vueltas y no quiero que se me haga tarde.
Melissa: bueno pues, continuaré...

Un día común y corriente en la empresa había una reunión de alto ejecutivos y accionista de la empresa, donde solicitaron que Sarahí estuviera atendiendo a los que participarían en dicha reunión, la eligieron a ella entre tantas empleadas, ya que ella era bastante atractiva, su cabello siempre rizado, sus ojos color café medios achinados, una sonrisa bastante radiante, una silueta envidiable para muchas y codiciable para otros, todo esto se resume en que Sarahí es de buen parecer, el presidente de la empresa no había conocido a la empleada, al terminar Sebastián el presidente de la empresa solicitó a Enrique jefe de recursos humanos que se quedase un momento.
Sebastián: La edecán que nos atendió ¿labora en esta empresa?
Enrique: si, ella está asignada a una de nuestras plantas de selección, es la que hace limpieza en el lugar.
Sebastián: ella no se merece ese puesto, me parece como desperdicio de imagen, dile que mañana la espero en mi oficina a las nueve de la mañana.
Enrique: de acuerdo Sebastián.

Momentos más tarde Enrique fue a buscar a Sarahí y darle ese mensaje que le mandaba Sebastián el presidente.

Enrique: hola Sarahí, el presidente de la empresa solicitó que mañana a las nueve de la mañana te espera en su oficina.
Sarahí: ¿cuál es el motivo de esa reunión? No he hecho nada malo para que me mande a llamar
Enrique: el motivo no lo sé, solo quiere conocer y despreocúpate, no es nada grave.
Sarahí: al menos ya quedó tranquila porque solo quiere conocerme, gracias por avisarme.

Renata escuchó la conversación y lo común de las amigas es bromear una a otra

Renata: ¡uy! Al parecer hoy le robaste miradas a muchos, hasta solicitan hablar contigo.
Sarahí: cállate, yo no he hecho lo que tu dices, solamente hice mi trabajo como debí hacerlo.
Renata: no pierdas esa oportunidad y mañana te arreglas más para ir a esa cita.
Sarahí: que no es una cita, solamente me quiere conocer el presidente.
Renata: como tú quieras, pero cuando seas grande te acuerdas de mi, amiga.
Sarahí: jamás olvidaría a mi compañera de aventuras.

Al día siguiente Sarahí muy puntual estuvo desde las ocho y treinta en la sala de espera junto a la secretaria esperando al presidente, él muy puntual llegó a las nueve como había acordado.

Sebastián: pasa adelante- estando ya adentro- ¿cuál es tu nombre? Toma asiento.
Sarahí: muchas gracias, yo me llamo Sarahí García.
Sebastián: encantado de conocerte Sarahí, me dijo Enrique que tú eres de las que hacen el aseo de una de nuestras plantas
Sarahí: así es señor, mi amiga y yo lo hacemos.
Sebastián: me imagino que tú tienes 19 años, dime en la parte profesional ¿qué sabes hacer?
Sarahí: hace poco acabo de cumplir 18 años y con lo otro yo no pude terminar mi carrera de maestra, solo me falto algunos meses para finalizarla.
Sebastián: perfecto, me gustaría darte otro puesto en la empresa y estarías con el equipo de proyección social, nosotros como empresa socialmente responsable, hacemos diferentes tipos de actividades para el bien de la población, medio ambiente y por supuesto el bien de la empresarial.
Sarahí: muchas gracias señor, pero puedo hacerle una petición ya que estamos en confianza.
Sebastián: adelante, quiero saber ¿cuál es su petición?
Sarahí: quiero que también le dé un ascenso a mi amiga, no quiero que ella quede sola en ese puesto, ella y yo hemos trabajado muy duro, creo que merece algo mejor también.
Sebastián: ¿tú crees que ella también pueda desempeñarse en esa área como tú?
Sarahí: se lo aseguró señor, la conozco muy bien y ella le echa muchas ganas, ya verá cómo le responderá, pero dele la oportunidad por favor.
Sebastián: dile a tu amiga que se prepare también, por cierto ¿cómo se llama?
Sarahí: muchas gracias señor, ella se llama Renata Ávila
Sebastián: de acuerdo, desde mañana comienzan en su nuevo puesto.

Sarahí salió muy emocionada de la oficina de Sebastián y no esperó más para contarle tremenda noticia a Renata; posteriormente pasaron con el encargado de la planta para notificarles de su ascenso y este preparó una fiesta de despedida a las señoritas de la limpieza como comúnmente se les conocía.