Nuevas decisiones

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Sebastián llegó a las 7:00 pm como había acordado con Sarahí para ir a cenar, ya que la puntualidad era algo que lo caracterizaba mucho a él; tomaron rumbo al restaurante donde pudieran cenar a solas y poder conversar más tranquilos, ambos iban callados, a veces se escuchaban murmurando el uno y el otro, pero aún tenían la espinita del beso, llegando al restaurante pasaron a la mesa que había reservado Sebastian, en la posición que estaban sentados quedaron de frente y con una mirada profunda y penetrante decidieron conversar, se preguntaron cómo estaban con sus trabajos y sus familiares, en fin pudieron comer hablaron de todo tipo de temas tanto laborales como personales, ambos necesitaban tener esas conversaciones profundas y que mejor que con la persona indicada; Sarahí pide a Sebastián que si ya pueden regresar a casa porque se hacía noche, él muy atento acepta la petición de Sarahí, justo cuando él se levanta y le ayuda a Sarahí, con su brazo rodea su cintura y toma una posición a besarla, mas no lo hizo, aunque Sarahí necesitaba ese beso, con su mirada se lo pedía a gritos y Sebastián muriendo de ganas por hacerlo; salieron del restaurante, él abrió la puerta del auto para que subiese ella, una vez cuando los dos estaban adentro Sarahí le dijo a Sebastián

-Sarahí: ¿podría darme un beso?
-Sebastián: -solamente calló y actuó; la besó de una forma muy apasionada que ambos disfrutaban cada segundo de ese beso-
-Sarahí: muchas gracias Sebastián, sentí la necesidad de besar tus labios
-Sebastián: puedo afirmarte que te has convertido en mi motivación a ser mejor y en la dueña de mis besos
-Sarahí: no te imaginas cuanto disfruto estar contigo y al igual yo me esfuerzo ser mejor cada día contigo
-Sebastián: quiero que se repita más seguido todo esto
-Sarahí: claro que si Sebastián, solo debemos ser más cuidadosos
-Sebastián: ¿cuidadosos porqué?
-Sarahí: tal vez tienes otras chicas y no quiero causar problemas
-Sebastián: si te invito a salir es porque me siento seguro contigo y no quiero nada con nadie más que no seas tú
-Sarahí: ¿sientes algo por mi?
-Sebastián: efectivamente, siento mucho por ti
-Sarahí: esto es mutuo Sebastián

-habiendo transitado todo el camino a casa de Sarahí, se preparan para despedirse, nada  mejor que con un beso y la compañía de él hasta la puerta donde hubo un beso sumamente apasionado y salvaje, Sebastián besó a Sarahí de una forma incontrolable y su manos recorrían todo su cuerpo provocando que la piel de Sarahí se empezara a erizar y a sentirse que solo le pertenecía a Sebastián, y Sebastián sabía que estaba con la indicada, transcurriendo el momento deciden despedirse, algo que no querían-

-Sebastián: hasta luego Sarahí, te cuidas
-Sarahí: hasta luego Sebastián, tú también te cuidas
-Sebastián: te aprecio mucho
-Sarahí: yo también

Entrando a casa Sarahí se notaba mucho la emoción y felicidad que no podía controlarse y su amiga Renata lo pudo notar

-Renata: alguien viene muy feliz hoy, ¿a qué se debe esa felicidad amiga?
Sarahí: te contaré todo lo qué pasó con Sebastián, pero es que es algo inexplicable todo lo que estoy sintiendo

después de varios minutos de conversación, deciden ir a dormí-

-Renata: amiga iré a dormir, porque mi jefe que ahora es tu novio mañana no me va aceptar que llegue tarde
-Sarahí: no digas que es mi novio, aún no lo es
-Renata: después de lo qué pasó me dices que no es tu novio, jajajaja nadie podrá creer eso
-Sarahí: sólo fueron algunos besos, no hay nada formal por el momento
-Renata: está bien te creeré

-suena el móvil de Sarahí-

-Sarahí: hola buenas noches Sebastián
-Sebastián: buenas noches Sarahí, solo llamaba para avisarte que llegué bien a casa y no hubo ningún inconveniente en el camino
-Sarahí: me alegro mucho Sebastián que hayas llegado muy bien a casa
-Sebastián: te dejo descansar, tenemos que hablar algo referente a lo qué pasó hoy
-Sarahí: ¿es algo bueno o malo?
-Sebastián: luego lo hablamos, cuídate, te aprecio mucho.

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