Ganas de Superarse

Volviendo a conocerse

Sarahí se puso muy bella, un poco más de lo acostumbrado, mientras Sebastián buscó su atuendo más elegante, ambos querían impresionarse; a los pocos minutos de haberse cumplido la hora estimada de encontrarse, Sebastián llama a Sarahí para preguntar si ya podía pasar por ella y en efecto Sarahí ya estaba lista, mientras iban de camino no cruzaron palabras, era un silencio atroz, parecían un par de enemigos, pero justamente llegaron al destino.

-Ya dentro del restaurante, le entrega el menú y Sebastián solamente observa a Sarahí, tiene muchas preguntas por hacer, pero su cobardía le impide hablar-

-Sebastián: dime ¿ya estás lista para ordenar?
-Sarahí: aún no me decido, ¿será que me ayudas?
-Sebastián: me parece bien un pollo a la Florentina o unos camarones al ajillo
-Sarahí: seguramente me quedo con el pollo
-Sebastián: de acuerdo yo pediré los camarones
-Sebastián volvió a quedar mudo y Sarahí tampoco preguntaba algo-
-Sebastián: y dime qué las motivó a emprender por la comida
-Sarahí: la misma necesidad y la desesperación por estar desempleada, pero era algo que nosotras podíamos hacer
-Sebastián: en serio que las felicito por ser buenas administradoras y muy exitosas
-Sarahí: muchas gracias Sebastián, es muy lindo de tu parte... cuéntame ¿cómo va tu empresa?
-Sebastián: siempre caminando al éxito, tú sabes que me esfuerzo cada día porque sea una empresa muy exitosa y claro aportando a la sociedad productos de calidad
-Sarahí: seguramente sigues igual de responsable y en serio te admiro mucho por cómo eres, ahora quiero preguntarte algo muy personal ¿por qué tardaste en explicarme lo de tu difunta esposa?
-Sebastián: -tomó un sorbo de agua- creí que tú no querías saber nada de mi y lo único que quería era que te disgustaras más conmigo y en verdad lo siento mucho Sarahí, si yo pudiera tener el poder de regresar el tiempo, sin duda alguna lo hago, pero no está a mi alcance, solo diré que te extraño mucho cada día, contigo solía entenderme muy bien, pero me arrepiento hacerte ocultado eso
-Sarahí: sabes que mi resentimiento contigo es por haberme ocultado eso, no tienes una idea de lo que me hiciste sentir, destrozaste todo mi interior, el hombre perfecto eras tú, pero desde ese día todo cambió
-Sebastián: me lo has dejado claro que actualmente no quieres saber nada del amor, pero espero volver a tener una oportunidad contigo
-Sarahí: Sebastián ¿tú crees que sería conveniente?
-Sebastián: estoy dispuesto a todo por ti
-Sarahí: me parece difícil que funcione la verdad, pero no estaría nada mal que lo piense
-Sebastián: piensa muy bien las cosas y podría salir algo que nos convenga, tú sabes que cualquier decisión tuya yo la acepto y mas si es positiva para mi
-Sarahí: de eso no tengo duda -sonriendo y mirándolo ella lentamente bajó su mirada-
-Sebastián: no tienes una idea de cuánto he extrañado esa sonrisa
-Sarahí: no tengo ni la más mínima idea, pero gracias por decirlo, realmente yo también extraño muchas de ti.

La noche casi llegando a su fin deciden ir a casa y mientras iban de camino empieza a sonar en la radio la canción "Jueves de la Oreja de Van Gogh" canción que una vez ella se la dedicó a él, ambos se miraron y en Sebastián una lágrima rodó sobre su rostro, Sarahí nada más sonrió y secó aquella lágrima, al momento de terminar aquella canción Sebastián le recalcó a Sarahí con voz suave que la extrañaba demasiado y que la necesitaba en su vida, Sarahí enmudeció. Llegando a casa de Sarahí, Sebastián se bajó para abrir la puerta a Sarahí y ambos se despiden con un beso en mejilla y un abrazo muy fuerte.

-Sarahí: me avisas cuando llegues a casa
-Sebastián: seguramente te avisaré, no te preocupes

Al pasar de un lapso de 2 horas Sarahí se empezó a preocupar por Sebastián no se comunicaba con ella para avisar que llegó  bien y ella decide llamarlo, pero tampoco le contestó...