El café revelador

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-Ya en el café-

Sarahí se encontraba en un estado de nervios al cien por la razón de volver a encontrarse con Sebastián, pero estaba tranquila a la vez porque tenía su máximo apoyo su amiga Renata que no la dejaría sola en esos momentos.

-Sebastián: y díganme ¿a qué se dedican?
-Renata: somos dueñas de una red de restaurante de comidas hondureñas
-Sebastián: que genial, me parece muy interesante su empresa, en estos días tengo que pasar por ahí, solo me dan la dirección
-Renata: claro que puedes pasar, te atenderán muy bien
-Sarahí: -algo nerviosa, pero sin demostrar lanza una pregunta después de un silencio aterrador- ¿qué tienes que explicar Sebastián?
-Sebastián: -sorprendido por tal reacción de Sarahí y por tratarlo como si fuese cualquiera- claro, lo que tengo que explicar es mi situación por la cual te molestaste, no sé si podré remediar algo, pero debes saberlo; sé que no fui muy claro al responder tu pregunta de qué si yo tenía una familia, a lo que te respondí es que si la tenía, pero la verdad solo vivo con mi hijo de 4 años mi esposa falleció al momento de nacer el niño, no quise llevarte a casa porque él no permite mirarme con nadie, y evitaba que te dijera algo, no es que me manipule un niño, pero no quería hacerlo sentir mal
-Sarahí y Renata sorprendidas por las declaraciones de Sebastián, pero no entendían si creer a lo que él decía-
-Sarahí: ¿y cómo podría confirmar que es verdad todo lo que tú me dices?
-Sebastián: no tengo necesidad de mentirte ya
-Sarahí: quisiera creerte, pero no puedo
-Sebastián: está bien Sarahí no podré obligarte a creerme, pero al menos pude explicarte la verdad
-Sarahí: gracias por explicar algo que debiste explicarlo hace mucho tiempo, ya es muy tarde Sebastián
-Sebastián: ¿estás casada ya?
-Sarahí: no Sebastián, pero ya no siento nada por ti y no hay posibilidad de que pueda haber algo otra vez
-Sebastián: no te preocupes Sarahí, yo solamente quería que supieras la verdad, eso me reconforta y me deja tranquilo
-Sarahí: te lo agradezco y dime ¿cómo está tu hijo, cómo se llama?
-Sebastián: se llama Manuel Enrique, está yendo a kínder ya, está creciendo muy sano
-Sarahí: que bueno que sea muy sano...

Aquella tarde en aquel café hubo una pequeña reconciliación de amistad entre aquellas personas, no pasa a más de ser una amistad, ya que Sarahí no piensa por los momentos en tener una vida amorosa, visto que su trabajo le quita algo de tiempo, pero tampoco Sebastián será el indicado para volver a ser su amor, como lo fue tiempo atrás, con Sebastián se llevó buena lección, pero él no se dará por vencido. Sebastián cada vez que llegaba al DF siempre pasaba a saludar a Renata y Sarahí cada quien administraba un negocio él estaba consiente que tenía esas amistades que siempre lo recibían con gran entusiasmo. En una de sus visitas a "El Sazón Cinco Estrella" le pide a Sarahí si pueden salir a comer esa misma noche, pues quería conversar a solas con ella, le aclaró que era sin ningún tipo de compromiso, Sarahí accedió a la petición de Sebastián, ella sabía bien de lo que estaba haciendo, y que no podría dañarla el salir con él.

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