Breakthru || Roger Taylor

Capítulo 16

Después de desayunar, fuimos a cambiar el pantalón de mi amiga.

Le dieron varias opciones, y ella decidió probarse todas, por lo mientras yo me senté en uno de los bancos que se encontraban fuera del vestidor, y esperé a que saliera.

La chica apareció por el umbral del pasillo y posó las manos en la cintura.

—¿Qué te parece, Rog?— preguntó posando.

Lo observé por unos segundos antes de sacudir la cabeza diciendo que no, y ella entrecerró los ojos.

—Pero es bellísimo. —reprochó y llevando hacia abajo la vista volvió a hablar— bueno, tienes razón, creo que me queda algo corto. 

Y dando la vuelta volvió a entrar al vestidor.

Minutos más tarde volvió a salir, y sonrió al ver mi expresión maravillada.

—Parece ser que éste sí te gustó.— presumió.

Volteó hacia el espejo que estaba a un lado de ella y admiré lo bella y sensual que lucía con esa prenda.

—¿Qué te pareció, Rog?— preguntó encogiéndose de hombros.

—Se te ve…— "un enorme trasero" quería terminar, pero me contuve— fantástico, Brooke. Deberías llevarlo.

Ella asintió entusiasmada y finalmente terminamos comprándolo.

Salimos de la tienda y entrando en el auto le pregunté:

—¿A dónde quieres ir, nena?

Brooke rió y me miró.

—Escuché que hay una galería de arte en el Lago Serpentine,— comentó sonriente.— ¿Podríamos visitarla, Rog?

—Obviamente sí, Brooke. Eres la cumpleañera.— dije guiñándole un ojo.

Vi como sus mejillas se tornaban rojas antes de que arrancara el automóvil para cruzar la ciudad camino a la galería.

—Rog, ¿Puedo encender la radio?— cuestionó.

—Por supuesto. —respondí despreocupado.

Solía ser bastante celoso en cuanto a mi auto, sin embargo Brooke ya me había demostrado lo cuidadosa que podía ser con él y comenzaba a tener más confianza en que lo tratara bien.

Cuando la música de la radio comenzó a sonar, ella empezó a cantar. Parecía ser que conocía cada una de las canciones que sonaban, en algunas también la acompañé, y así continuamos por todo el trayecto a nuestro destino.

Cuando llegamos al estacionamiento del establecimiento, el cielo comenzó a llenarse de nubes y el aroma a tierra mojada llegó hasta nosotros.

—Cielos, será mejor que cerremos bien el capote del auto.— anuncié y después de aparcarme, ambos bajamos para hacerlo.

Por suerte había encontrado lugar bastante cerca de la entrada al museo, si se soltaba la lluvia no tardaríamos en llegar al automóvil.

Por dentro la galería estaba llena de pinturas y esculturas bastante interesantes, sin embargo algunas fuera de mi entendimiento.

—Jamás he sido bueno para entender el arte.— confesé cuando nos detuvimos a admirar una pintura bastante abstracta.

Brooke soltó una carcajada y me miró incrédula.

—Debes estar bromeando— dijo— eres músico, Roger.

—Me refiero a las artes visuales.— añadí riendo de igual manera.— yo podría estar viéndolo de una forma y significar algo completamente distinto, ¿Comprendes? Me vuela la mente.