Capítulo 19

607 42 1
                                    

Desperté sintiéndome completamente bien a la mañana siguiente, cuando el sol comenzó a entrar por la ventana de Brooke.

Al abrir los ojos aún estaba algo desubicado, hasta que mi vista se aclaró y me dí cuenta que me encontraba encima de su cama, sin embargo ella no estaba por ninguna parte de la habitación.

Me levanté, notando que traía la misma ropa del día pasado y caminé para salir al pasillo.

—¿Brooke?—pregunté sin obtener respuesta alguna.

Primero me dirigí a mi habitación, la cual se encontraba desierta. Después de unos segundos meditando cual podría ser su paradero, pensé en que podría encontrarse dando una ducha, así que al estar frente a la puerta del baño di un par de toquidos. Pero nada.

Un rápido pensamiento llegó a mi, recordándo que llevaba días imprimiendo bastante tiempo en la pintura que estaba creando, por lo que bajé a la primer planta.

—Buenos días, Brooke. — hablé en alto para que ella alcanzara a oírme desde su estudio.

Comencé a alarmarme cuando por tercera vez no obtuve respuesta. Intenté tranquilizarme confiando en que seguramente había salido por algo, sin embargo siempre dejaba una nota cuando salía antes de que yo despertara.

Fui a la cocina, tomando una manzana del frutero. Y a un lado de éste observé que había un plato de huevos revueltos, claramente que Brooke me había preparado.

Mi corazón latió rápidamente, y sonreí llevándome el desayuno a la mesa.

No tenía claro qué sucedía, puesto que la chica parecía haber desaparecido, sin embargo había tenido el detalle de la comida.

Yo estaba repleto de hambre, por lo que pronto terminé con todo lo que había en el vajilla y después de llevarlo de vuelta al lavaplatos, subí a ducharme. Al fin y al cabo, así podría hacer tiempo en lo que Brooke regresaba a la casa.

Abrí la llave del agua y mientras la bañera se llenaba una gran serie de pensamientos llegaron a mi cabeza. ¿Qué era lo que ayer había sucedido entre Brooke y yo? No estaba muy seguro, pero había sido el beso más placentero que había tenido jamás. Esperaba que ella pensara lo mismo.

Me propuse a mí mismo que a penas ella estuviera de vuelta, le pediría un momento para charlar.

Me sentía un tanto extraño, teniendo en cuenta que las relaciones más serias no eran muy comunes en mi vida, no obstante me entusiasmaba el pensar algo así con esa chica.

Pronto salí del cuarto de baño, y busqué ropa adecuada para el frío que comenzaba a hacer.

Volviendo a la planta baja, y estando en la biblioteca comencé a practicar en la batería algunas canciones nuevas de la banda.

No fue hasta que mi vista se distrajo con las manecillas del reloj, que caí en la cuenta de que era casi medio día y no había señal de Brooke.

Dejé las baquetas encima de la caja, fruncí el ceño, consternado por la chica y salí de la habitación lleno de nervios.

Abrí la cajetilla de cigarrillos, saqué uno y saliendo por la puerta del patio trasero lo encendí, Brooke odiaba que fumara dentro.

Apoyé los codos en el barandal de madera del porche, y me quedé observando los frondosos árboles que habían, los cuales ya comenzaban a pintarse de blanco por el aguanieve que caía.

Me irritaba no conocer el paradero de Brooke, y comencé a suponer donde podría estar, cuando detrás mío escuché como bostezaban.

Regresé la vista hacia ese lugar y encontré a la chica con un libro en mano, completamente concentrada en su lectura, parecía ni siquiera notar mi presencia, debido a que tenía conectados los ¹cascos con bocinas en su ²walkman.

Breakthru || Roger TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora