Breakthru || Roger Taylor

Capítulo 13

A la mañana siguiente Brooke fue a la habitación para despertarme, ya era algo tarde y yo aún seguía profundamente dormido. Sin embargo me puse la ropa, rápidamente y bajé a desayunar algo.

Increíblemente ella ya tenía dos desayunos puestos en la mesa. Se veían realmente apetitosos y un tanto desconocidos.

—Es una receta de Gales— explicó Brooke, mientras salía de la cocina con dos vasos llenos de jugo, en las manos.

—Parece que aprendiste bastante de Gales, ¿No?— mencioné.

Ella se encogió de hombros, mientras sonreía.

—Viví más de la mitad de mi vida allá, ¿Qué esperabas, Roger?— dijo y tomó asiento.

—¿También es un desayuno para mí?— le pregunté asombrado. Hacía mucho tiempo que no desayunaba más que un plato de cereal.

Tomó el primer bocado y asintió.

Me senté a la mesa con ella y comencé a degustar aquel platillo, era delicioso.

—Cielos, es magnífico, Brooke— exclamé contento, y ella agradeció el cumplido. —¿Qué tal dormiste, linda?

—Excelente, Rog. ¿Qué tal tú?— cuestionó.

—Bien, la cama de invitados es cómoda. — respondí, porque realmente lo era. —Al menos es más suave que la de mi departamento.

Ella rió levemente y continuamos desayunando.

—Bien, entonces…—dijo— ¿Cómo estará hoy, Roger?

—Cierto— comencé.— ¿Te haría sentir más segura que yo te llevara?

—La verdad, sí, Rog.— contestó.— ¿Y sabes? Podría dejar el auto dentro de la cochera. Nunca lo meto ahí porque la puerta es bastante complicada para abrir entre una sola persona. Pero ahora estás tú… podrías ayudarme.

Accedí y cuando terminamos de comer guardamos su automóvil. Después tomó su mochila y subimos a mi auto, dirigiéndonos hacia el departamento. Le pedí que me esperara en lo que yo iba por mis cosas.

Cuando entré a la habitación mi compañero de cuarto estaba por irse, me echó una mirada y dijo.

—Parece que te divertiste anoche, Roger.

—¿Qué?— exclamé, ya quisiera yo que algo así hubiese sucedido.— No, no fue nada de eso, Joseph.

Fui por mi mochila y tomé el libro que el día anterior había dejado en la mesa de noche. Al tomarlo por poco tiro el radio que había allí mismo, lo ví rápidamente y me quedé pensando por un instante cuando ví la fecha que marcaba.

Era 24 de septiembre. Al día siguiente sería el cumpleaños de Brooke, y lo había olvidado por completo. Era toda una suerte que me percatara antes de que fuera tarde.

Me cambié de camiseta, acomodé mi cabello lo mejor que se pudo y volví al automóvil.

Apresuradamente llegamos al colegio de Brooke.

—Paso por tí más tarde, nena— dije mientras le guiñaba un ojo.— sales a las 3, ¿Cierto? 

Rió sacudiendo la cabeza y después dijo.

—Sí, gracias por ésto, Roger— agradeció.

—¿Por el guiño?— bromeé— no es nada, nena, para tí son gratis.

Me dirigió una mirada entre divertida y fulminante, antes de que me asestara un golpe en el hombro.

—Eres un bobo. Por traerme, engreído.— exclamó.