Supermercado

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--WooSeok, si alguna cosa falta de esta lista...

--Ya, ya, ya... No va a faltarme nada, solo voy y vengo-- El alfa giro los ojos a con obviedad, no era que fuera estúpido, él no era estúpido, todos eran estúpidos, sí, pero él no.

Así que como todo buen alfa empoderado revisaba una y otra vez la lista, monitoreando cada minuto y no fallar, después de todo su papi lo castigaría.

Bien, ahora solo faltaba su cereal favorito, tomó el carrito con las compras y se dirigió al pasillo de cereales. Pero regreso en cuando vio la presencia de quien menos se esperaba encontrar.

El pequeño omega estaba gruñendo tiernamente al estante, ¿el causante? Los cereales estaban a un par de centímetros de diferencia y el omega no podía alcanzarlos. Primera impresión... A ambos les gustaba el mismo cereal, ese de colores y con nombre que jamás aprenderá a decir bien Frutilupis con forma de donitas miniatura.
Segunda impresión. Al brincar, el alfa podía observar un poco de la lechosa piel blanquecina bronceada,de su pancita...

¡Donde llevará a nuestros cachorros!

Cachorros... Quiero un equipo completo.

Estaba redondita, casi podía sentir lo esponjosita que era, sus dedos picaron.

Lo quiero...

Yo también...

Se acercó sin darse cuenta, hasta que los ojos afilados del omega dieron con los de él. Un escalofrío le recorrió. Tomó la caja de cereal, y el omega arqueo una ceja.

Eso puso a Woo a dudar... ¿Si se la daba la caja... quedaría como idiota?

Estaba próximo a dársela... Pero se arrepintió.

Solo se dio la vuelta y dejó al omega con la boca abierta en indignación. WooSeok estaba inseguro así que huyó... Eso no es lo que hace un alfa con vestimentas negras y aura mordaz, Sin embargo, JinHo lo ponía nervioso, inseguro... Idiota.

Vio que el omega se fue bufando, eso lo confundió... ¿Se lo hubiera dado? ¿No se lo hubiera dado? En cualquiera de los dos JinHo se ofendería...

¡Mierda!

¡Lo siento, me gustan difíciles!

¡Callate perro estúpido!

Arrepentido, regreso y bajo otra cajita de cereal, la abrazó un poco, impregnando su aroma en esta ya que él jamás usaba supresores, lastima que su omega los usaba hoy y no pudo sentir su dulce aroma.

Su perro pulgoso chilló.

Una vez satisfecho, la dejo dentro del carrito para consiguiente correr de allí antes de que el Omega regresara.

¡Algún día comeremos cereal juntos y te abrazare por siempre!

El beta que pasaba los productos por el marcador y por fin cobrar, miraba las lágrimas que caían como lagos por las mejillas del alfa rudo.

--Uh, alguna cosa más?-- preguntó inseguro.

--Es... to- ¡sniff! -doo...--Sonó su naricita antes de sacar el dinero.


¿¡De dónde mierda saco el pañuelo?! -Se preguntó el cajero.

¡Omega en Apuros! [W o o H o ] ↨ ¢σмρℓєтα ↨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora