S E I S

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Mentir se había vuelto algo tan sencillo esos días que no le importo ver a su hermano a los ojos mientras le decía que irá con Hoshi a pasar la noche.

Tomó la llave de aquel departamento qué sería suyo en unos meses, unos muy largos meses así que no había problema si lo utilizaba antes, tomó sus cosas para subir a su bicicleta e irse.

Pudo ver a sus amigos comprar chucherías y riendo, casi quiso entrar, pedirles perdón por lo que pasaba antes de irse con ello para pasar el mejor fin de semana, pero no.

Le costó llegar hasta el sitio, estaba lejos, pero pudo lograrlo, ahora solo debía descansar el resto de la noche antes de prepararse para su cita.

El sábado por la mañana despertó temprano, más de lo que podría haber creído, se aseguro de tener su ropa lista para esa noche, sentía que moriría si algo salía mal.

Un poco más de medio día recibió una llamada de su hermano, prendió la televisión subiendo el volumen en algún programa ruidoso mientras entraba a la habitación.

— ¿Hola? ¿Pasa algo?

— MinGyu se van a quedar sordos a los veinte si siguen así, ¿Te estas divirtiendo?

— Si, es divertido

— Me alegra saber que por fin te arreglaste con ellos Gyu, no te molesto más diviértete.

La llamada finalizó, se dejo caer para esconder su rostro entre sus rodilla, estaba mal, muy mal, mentirle a sus padres, era algo que nunca había podido hacer y en esos momentos era casi tan natural qué le dio miedo.

Miedo al saber que se estaba volviendo una persona que ni siquiera su hermano pudiera reconocer, mordió su labio inferior viendo una vez más el aparato, podría decirle a MinJi qué debía irse de emergencia y volver a casa en la noche alegando qué los extrañaba, pero, ¿Qué era correcto hacer?

Se dio una ducha y se arreglo tal y como planeaba ir esa noche, jean negro rasgado de la rodilla, una playera blanca y un saco negro, tomó sus tenis favoritos para colocárselos mientras miraba el lugar.

Tomó su billetera y llaves para guardarlos en las bolsas de su jean, con cuidado tomó el celular observando el lugar una vez más, todo dependía si salía de aquel sitio y no pudo fingir que no le importaba cuando recibió una llamada, incluso dudo en contestar, pero lo hizo, solo necesitaba decirle que ya iría, no era tan difícil, ¿Verdad?

— Gyunnie, ¿Ya vienes?

— Ji, yo...

Las palabras se quedaron en su garganta mientras cerraba la puerta del departamento y entraba al elevador para bajar.

— ¿Gyu? ¿Pasa algo?

— Para nada, solo quería decirte que ya voy por ti.

— Lo se bobito, pero, espero que no te moleste qué los chicos se unan esta noche, vendrán para llevarnos.

— No, esta bien, son tus amigos.

— También los tuyos, no te dejaremos solo Gyu.

— Suena genial, te veré entonces Ji.

— Nos vemos Gyu.

Colgó mientras caminaba para ir a la parada de autobuses, sus nervios a cada segundo aumentaban, pero, estaba bien, estaría bien, de hecho, ni se quedaría toda la noche, tampoco bebería alcohol, ni de broma, solo iría unos minutos y después iría a casa con su hermano.

Llego a la calle donde la chica vivía, las ganas de volver corriendo a casa fueron mayores, el querer decir la verdad fue algo que deseaba hacer si tan solo aquella bocina no hubiera sonado, miro a su lado sonriendo un poco.

¡No eres mi mamá! -  HaeHyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora