Vuelve por mi

Toma mi mano... no me sueltes!!!

Yoongi salio al balcón, lo que había escuchado le había demolido por completo, se estaba ahogando y necesitaba vomitar...

Estaba llorando cuando lo sintió a su lado...

-Sácame de aquí por favor- le pidió con lágrimas en los ojos extendiéndole la mano...

No hubo vuelta atrás... Todo se tenía que consumar...

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-Vas a gastar el espejo, ya te dije que te ves hermoso-

Jimin mirando a Tae, el menor estaba ya dos horas parado frente al espejo, tratando de ver alguna imperfección en su traje, en su peinado, en su rostro, quería estar perfecto para la ocasión.

-No quiero que nada salga mal Chimchim, hoy es muy importante para mi-

-Mejoras de puesto en el trabajo- preguntó el cenizo

-Ahhh, aja, si si, mejoras laborales- respondió el castaño, mejoras laborales era que Yoongi lo vea guapo.

-Asi será pequeño, ¿a qué lugar vas a ir? te acompañó a la entrada si deseas...-

-Vendrán por mi, tengo que esperar en la tienda de la esquina, muchas gracias igualmente Chimchim, te quiero mucho- salio Tae dandóle un beso en la mejilla a Jimin, y una sonrisa enorme.

Mentir al cenizo era lo que más odiaba hacer, pero era necesario en este momento por dos razones, conocer más a Yoongi, y descubrir quien pudo maquinar toda la injusticia contra su amigo, eso reconfortaba en parte a Tae.

Llegó a la mansión presuroso y nervioso, quería ver como reaccionaría Yoongi al verlo, así que entro, Jungkook ya lo esperaba... al ver al castaño Jungkook abrió los ojos de par en par, ver lo guapo que estaba Tae hizo que le brillaran los ojos y sólo corrió a su encuentro...

-Taehyung estas guapísimo, no pude conseguir mejor pareja para hoy, todos voltearan a envidiarme- Jungkook no podía dejar de sonreir y mirar al castaño.

-Gracias Jungkook, y ¿tu hermano?-

-Yoongi ya se fue más temprano, vino el chofer de Seokjin para llevarlo, recuerda, es el invitado especial- frunció el ceño el menor.

Taehyung se desilusionó un poco, pero siguió manteniendo la sonrisa frente al menor, porque al final lo vería en la fiesta.

-¿Nos vamos?-

-Vamos Jungkook- respondió con una sonrisa resignada.

Salieron ambos, en el carro Taehyung iba preguntando a Jungkook como eran esas fiesta de alta sociedad y el menor iba aconsejándole lo que podía hacer y lo que no debía hacer por nada del mundo.
-Sobre todo Tae cuando bajes quita esa cara de niño bueno, la sociedad en la que vivo es como la jungla, sangrienta y feroz y esta fiesta será como una prueba de ello, muéstrate soberbio, orgulloso, saluda con la cabeza, solo se da la mano al dueño de casa, ten estilo, se cool, mira a todos por encima del hombro, pero sobre todo, sonríe de medio lado, nada de mostrar tu hermosa sonrisa, acá no está permitido, si te ven bueno te verán como un tonto ¿de acuerdo?-
-Que tonta es tu sociedad Jungkook-
-Si lo sé, pero es lo qué hay- levantó los hombros un resignado Jungkook.
Al llegar vieron a mucha gente, todos ellos muy elegantes, soberbios, refinados, pero al ver bajar a Taehyung del carro todos voltearon a verlo, era un joven muy guapo, elegante y por demás llamativo.