Me estoy enamorando de tí...

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Yoongi se dio cuenta que Taehyung realmente lo había olvidado, lo miro tan frío y con un gesto de desagrado tan grande que su corazón se estrujó de pena, nunca más volvió a hacerlo, sólo se resignaba a verlo de lejos cuando caminaba con Jimin.

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El tiempo pasaba inexorablemente e iba borrando cada día más la posibilidad que Taehyung recuperara la memoria.

Jimin lo había cuidado y protegido esos meses, le había conseguido un nuevo trabajo cerca a su cuarto y sonreía cada día viendo como Taehyung no recordaba nada sobre su procedencia o para que vino a su tiempo, había olvidado a los Min de raíz.

El cenizo creyendo que hacía una buena acción tomó la mochila que Tae trajo del futuro  y quemó uno por uno los recuerdos que habían en ella, las fotos de Yoongi, la foto de la escalera, los papeles que Bae había impreso para que Tae tuviera datos de Yoongi, había borrado todo... 

-Es lo mejor Taehyung, es necesario que olvides a esa horrible familia.- hablaba viendo el bote de basura que consumía entre llamas todos los recuerdos y motivos del viaje de Tae.

Bueno casi todo, sabía que en algún momento Tae tendría que regresar a su tiempo sino desaparecería, fue una regla que el castaño le mencionó antes de perder la memoria,  así que guardo solo uno de todos los papeles, aquel que mostraba  el lugar y fecha exacta del portal para su retorno al futuro, sólo faltaban 3 meses... el tiempo perdido nunca se recuperaría.

En la mansión de los Min las cosas cambiaron totalmente,  Yoongi no se había recuperado del dolor de perder a Taehyung pero ayudado por su hermano volvió a trabajar, era lo único que lo mantenía vivo, su pasión por la fotografía, pero esta se había vuelto oscura, lúgubre, fotos deprimentes en blanco y negro con material demasiado triste y desgarrador, calles solitarias, bares con gente impresentable, pobreza, mendicidad, sus fotografías revelaban el dolor en el alma del pelinegro, se había convertido en un ser totalmente oscuro y al borde de la muerte, estaba delgado, su persona no tenía ningún cuidado, desarreglado, sucio, era un alma en pena esperando solo la muerte.

Muchas veces fue a buscar al castaño pero terminaba siendo echado por Jimin, lo espiaba  cuando salía y lo seguía hasta su mismo trabajo, pero no había tenido la valentía de hablarle, aunque si, una vez, una única vez:

-Hola.-

-¿Quién es usted?.-

-So..soy Min Yoongi.- el castaño lo miro fijamente y no lo reconoció.

-No sé quien sea, me retiro.-

-Mírame por favor, realmente  ¿no me reconoces?.- el castaño lo miró fijamente y se fue acercando a su rostro, lo cual hizo estremecer al mayor, quería en ese mismo instante besarlo con todas sus fuerzas.

-No, no sé quien sea y por favor permitame seguir mi paso.-

-No me quiero mover!!! no me voy a mover!!!.-

Taehyung lo miró con cólera así que se dio la vuelta dejando a Yoongi parado en media calle, llorando en silencio.

Taehyung  lo miro tan frío y con un gesto de desagrado tan grande que su corazón se estrujó de pena, nunca más volvió a acercársele, sólo se resignaba a verlo de lejos cuando caminaba con Jimin,  se fijaba como sonreía con él, como había mejorado su aspecto, estaba más sano, más libre, su vida se había vuelto apacible, muy diferente a cuando había estado junto a él, lejos de los golpes y problemas que tuvo que soportar por defenderlo de Seokjin o Hoseok, tenía un aura de paz y alegría indescriptible, se le veía feliz, demasiado, así que decidió que lo mejor era mantenerse lejos y sólo mirarlo, quizás Jimin tenía razón y la fatalidad de su familia destruía a todo lo bueno que se les acercara... quizás estar lejos del amor de su vida sería lo mejor.

Vuelve por miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora