No puedo mirarte, solo puedo soñarte

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-¿Qué pasa inútil?.- le mostró una falsa sonrisa.- no seremos amigos pero nos veremos siempre, necesito alguien a quien fastidiarle la vida, recuerda que te dije que te ayudaré con Kai, vamos Tae!! no es el fin del mundo, así que dej...- no pudo terminar de decir nada más, el menor lo tenía sujetado del cuello besándolo profundamente,fue tanta la sorpresa que unos segundos no pudo reaccionar el mayor, luego de eso tomó de la cintura a Taehyung y comenzaron a besarse sin importar el tiempo, sin importarles nada... sintieron una suave brisa envolviéndolos.

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-¡Tae!.-

-¡Jin!.- entre labios fue el diminutivo con el que Tae se dirigió al mayor.

-¿Jin? me gusta mucho, repítelo.-

-Jin.-

-Sí, sólo Jin, llámame así.-

No despegaron sus labios ni un momento para esa corta conversación, no tenían mucho tiempo y si mucho que demostrar...

Estaban Taehyung y Seokjin tan ensimismados en sus sentimientos que no sintieron el sonido de un claxón que tocaba insistentemente cerca a ellos, ni tampoco la voz que los llamaba...

-¡Seokjin! ¡Taehyung! ¿me escuchan?.-

Fue el menor el que primero tuvo conciencia y dejó el beso, pero estaba de espaldas al que llamaba, Seokjin si lo vio y tomó de la mano al castaño, el menor no quería ni voltear, ya había reconocido la voz...

-¿Sr. Seokjin, lo llevó a su mansión o su cabaña?.- era Hoseok quién esbozaba una enorme sonrisa con lo que había visto.

-¿Tae?.- preguntó la decisión al menor.

Taehyung tragaba saliva, sabía que Hoseok era su enemigo y aprovecharía lo que había visto muy bien.- A tu mansión, necesitas curarte ahora mismo esa herida, yo de allí me voy a la mansión Min, no te preocupes.-

-Ya escuchaste Hoseok, a mi mansión.- carraspeando un poco la garganta el mayor, sentía la incomodidad del menor.

-Vamos con todo gusto señores.- el pelirrojo respondió con una amplia sonrisa, y no porque le gustará tener a Taehyung como co-jefe, lo odiaba, lo detestaba, sino porque tenía ahora un arma poderosa para poder acabar con él.

Subieron al coche y se dirigieron a la mansión de los Kim, en el camino un cansado Seokjin se quedó dormido contra la ventana, al ver que se golpeaba mucho Taehyung lo tomó de la cabeza y lo recostó en sus piernas para que pueda dormir bien, había estado en vela toda la noche y del cansancio no pudo más, el castaño pensando que nadie lo veía aprovechaba cada cierto tiempo en darle pequeños besos, sabía que podrían ser los últimos que le daría, la última vez que lo haría, pero Hoseok no se perdía detalle por el espejo retrovisor.

Después de dos horas ya estando cerca de la mansión...

-Seokjin despierta...

El mayor abrió los ojos y viéndose en esa posición sólo sonrió, sabía que era la última vez que lo podría hacer, quería tomar ese momento y guardarlo por siempre, daría su fortuna entera por quedarse así, junto con Taehyung, pero sabía que eso era imposible, se levantó y le susurró al menor .- gracias por todo Tae, adiós amor.- dándole un suave beso, era el final de esa corta aventura que ellos habían pasado, era hora de enfrentarse a la realidad, aquella donde cada uno tomaría su rumbo, uno en su tiempo y el otro regresando al suyo, él de heredero de la familia Kim y Tae intentado arreglar las cosas con Yoongi, tratar de viajar con él a su tiempo, pero sobre todo olvidar todo lo que ocurrió esos días juntos.

Les abrieron el portón y entraron con el coche.

-Bueno, vamos.- le extendió la mano al castaño el cual la tomó y bajaron del coche, en ese momento tres personas estaban paradas muy cerca esperándolos, los hermanos Min y Jimin.

Vuelve por miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora