El tiempo me parecía que pasaba lento, ver a Ivone todos los días en los brazos de un ser al cual un día llame amigo y me apuñalo por detrás, una persona con que mi confianza estaba de manera plena y me escupió como una vil sabandija, me destrozaba por dentro, mas sin embargo había algo que lograba reconfortarme de una manera en la que yo no entendía puesto que era algo que me debería de estar dañando las entrañas.
Cuando contemplaba a Ivone en los brazos de aquel ser y notaba que su rostro mostraba felicidad, que su persona denotaba alegría y que sus expresiones no dejaban ver otra cosa que no fuese felicidad, mi ser se llenaba de paz y de tranquilidad por que sabia que, aunque no fuese conmigo, aquel ser a quien yo tanto adore, por fin era feliz, fue entonces cuando comprendí que el amor no es solamente algo que sea propio ni que deba ser exclusivamente una necesidad o una carencia como afirmaba Platón, si no que mas bien es el simple hecho de poder contemplar la felicidad de otra persona y que esa felicidad suya a su vez, te diera la felicidad y la paz a ti.
Habiendo comprendido aquello, decidí remediar las cosas con Ivone para poder cuanto menos seguir con aquella amistad que habíamos cultivado durante un tiempo, pues ella era una persona que aunque no llegase a ser mía, anhelaba que no dejara mi lado, ya que me había acostumbrado tanto a su forma de amar, que la verdad es que no podría ni siquiera llegar a pensar en la idea de que algún día ella se alejara totalmente de mi ser.
-Ivone, ¿Podrías regalarme un minuto de tu tiempo?- Pregunté con la mirada baja
-Claro Richard- Contestó ella- ¿Qué ocurre?
-Quiero empezar las cosas de nuevo contigo, y no me refiero en cuanto a nuestra relación amorosa, pues me he dado cuenta de que ahora posees una con mi ex mejor amigo, quiero hablar de nuestra relación de amistad, pues me costaría mucho trabajo poder desprenderme de ti de una manera tan repentina - Le dije con voz suave
-Richard, pero claro que quiero que sigas siendo mi amigo, pensé que habia dejado en claro que eso era lo que deseaba tener contigo-Contestó- Y en cuanto a lo de Ramón...
-No es necesario que me expliques nada- La interrumpí- Me da gusto saber que eres feliz a pesar de que no sea conmigo, así que si el es la persona que te hace feliz, adelante, continua con esa relación- le dije mientras sonreía
-Eres una persona increíble Richard, muchas gracias- Exclamó con esa sonrisa tan hermosa y esa mirada tan despreocupada que la caracterizaban
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El Árbol Del Amor
RomanceRichard, un pequeño chico de apenas 12 años descubre aquello de lo que todo mundo le había hablado; "El amor", pero no sin antes toparse ante todas las adversidades que sufren las personas al enamorarse.