El Árbol Del Amor

Capitulo XIV

Habiendo llegado a la casa de Aitana, logré darme cuenta de algo que no pasaría desapercibido ante una persona tan observadora como yo; Aitana se encontraba a mitad de una seria discusión con su abuelo, puesto que el era quien cuidaba de ella y su hermano menor cuando su madre no se encontraba en casa, por lo cual, decidí acercarme un poco pues estaba realmente intrigado a saber que era lo que ocasionaba esta discusión y el por que Aitana y su abuelo estaban tan arduamente enfrascados en una discusión tan seria como la que estaban teniendo...

-Crees que lo sabes todo y que el mundo el algo fácilmente manipulable y que puedes manejar a tu antojo, ¿no es así Aitana?- decía su abuelo 

-Claro que sé que no es así, abuelo, y sé toda la fama que tiene la familia de Richard, sé lo de su padre el mujeriego y que ya no está mas con su familia por temas de que tenia otra mujer en su vida, pero dígame algo abuelo, solamente por que su padre cometió ciertos errores en su vida, ¿Richard esta obligado a repetirlos?-preguntaba Aitana mientras lagrimas caían por sus mejillas

Dejé de escuchar la conversación entre Aitana y su abuelo por un momento y me era inevitable pensar que toda aquella discusión en la que se encontraban, era simplemente por culpa mía, de mi familia y de su reputación, pero lo que mas me asombraba de todo esto, era que Aitana sin conocerme realmente a fondo o sin conocer si quiera a mi familia de una manera en la que pudiera hablar de ellos, se encontraba defendiéndome ante una de las personas mas importantes para ella y su vida, era algo inaudito para mi.

Cuando terminé de reflexionar acerca de lo que estaba pasando, escuché un grito de Aitana que proclamaba: "¡Ustedes son tan injustos, solamente por que ustedes ya han hecho su vida están impidiendo que yo haga la mía, es algo que no me parece bien!. ¡Los odio!", mientras salía corriendo a llorar a su cuarto; yo sin mas, después de haber escuchado toda la discusión y haber visto como a Aitana se le había negado su permiso para salir conmigo, decidí retirarme lentamente de su casa para volver a la mía.

Mientras caminaba de vuelta a casa, no podía dejar que quizá lo mejor para mi y para Aitana, era simplemente alejarme de su vida, pues por lo visto, no congeniaría muy bien con su familia y solo le traería problemas a una pobre chica a quien estimaba mucho y por la cual no me gustaría que tuviese que pasar por algo así por culpa de alguien como yo...