Amor enemigo (TERMINADA)

31.Vértigo

El portazo que dio José al salir de la habitación retumbó en mi cabeza, junto a las palabras que dijo. Apoyé mis codos en la camilla y mi cabeza en las manos.Rompí a llorar después de mucho tiempo, esa situación me había superado hacia ya tiempo y no sabía que hacer,  para dónde  tirar pero estaba claro que todos los que me querían necesitaban que yo avanzara y yo tambien lo necesitaba, era consciente de eso. Pero,  avanzar sería dejar a Paula atrás,  no podía hacerlo.

La enfermera pasó.Me limpié los ojos.

-¿Está  bien?-asentí.Le puso el aparato de la tensión.-Sigue teniendola alta...-suspiré.-¿Puedo decirle algo? -la miré  unos segundos, después, asentí.Vino hacia mí-Yo tambien he pasado por esto... Con mi hermana.Estuve cinco meses sin salir del hospital...nadie se preocupaba ya por saber como estaba y mi pareja y amigos más cercanos me rogaban para que terminara con esto... Yo... -hizo una pausa-Al final tuve que hacerlo,  no podía más...-suspiré-Lo que quiero decir con esto es que...ahora mismo,  cuando miro hacia atrás...pienso que ojalá lo hubiera hecho mucho antes... Hasta que no la enterré no pude despedirme de ella, avanzar, vivir...y sé  que mi hermana... Hubiera querido eso. Y creo que Paula quiere que tú seas feliz... Y así no lo eres...Piensalo...-salió de la habitación.

(....)

Bajé a fumarme un cigarro,  necesitaba respirar. Pensaba en lo que me dijo José  y la enfermera, tal vez tuvieran razón pero sólo pensar que iba a perderla me cortaba la respiración,  me entraba una sensación de vértigo y sentía la necesidad de dejar de plantearmelo.
Desde bien pequeña he tomado decisiones continuamente,  analizandolas primero para luego no arrepentirme de nada,  muchas veces acerté y muchísimas otras fallé. Pero nunca me han quitado el sueño,  siempre he intentado mirar hacia adelante y soltar el pasado.
Y sin duda,  esta fue la decisión más difícil, me daba pánico equivocarme y no poder volver atrás.Pero no podía quedarme en ese punto toda la vida. La realidad volvió como cada día a molestar, a decirme que Paula no iba a despertar.
Tiré la colilla y subí a la habitación.
Me senté en la camilla y empecé a acariciarle el pelo.

-Mi vida, voy a dormir a un hostal... Necesito una cama por una noche... Mañana a primera hora estoy aquí.-le besé el pelo.-Te amo... Siempre he querido lo mejor para ti,  espero que lo sepas... Y que sepas que pase lo que pase nunca te voy a dejar de querer y nunca me olvidaría de ti,  pase lo que pase... Aun que pasen mil años... No lo olvides,  por favor.

Cogí mi bolso y salí de la habitación, caminé sin ganas hasta mi coche y busqué el hostal más  cercano. Iba a ser una noche dura, tocaba hacer balance y decidir sobre mi futuro y sobre si el de Paula había acabado,  o no.