9. Mi mundo en el aire

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Llevaba dos semanas en el centro penitenciario Madrid I- Mujeres.

Seis años, seis años que tendría que estar ahí. A no ser que alguien, pasados los tres primeros meses, pagara una fianza de 15.000 euros.

La rutina me estaba matando, me pasaba el día fumando por puro aburrimiento, no quería saber nada de nadie, por lo tanto, no me apunté a ninguna actividad, hacia lo justo y por obligación.

A las 6 de la mañana tocó el "despertador". Hice la cama y fui directa a la ducha, los vestuarios ya estaban llenos para cuando llegué. Tres mujeres estaban agobiando a una chica, no tendría más de 19 años. Las ignoré y me metí a la ducha.

Cuando salí el ambiente aún estaba más caldeado, me acerqué a ellas.

-Dejarla ya-todas me miraron.
-Tú quién coño eres-dijo una acercándose a mí.-sonreí.
-Largaros-repetí. Esta vez fue ella quien se rió. Se acercó aún más, le pegué un puñetazo. Y las otras tres que se quedaron atrás vinieron hacía mí.
-¡Parad!-gritó la primera. Limpiándose la sangre del labio.-Aquí no.-volvió la vista a mí.-Esto no va a quedar así.-se fueron.
Salí unos segundos después de ella, sin cruzar una palabra con la otra chica, que estaba aún sentada en el banco llorando.

-Tienes una visita-dijo un guardia acercándose a mí. Asentí y lo seguí.

Era Malú estaba sentada mirando la mesa.
-Hola-dije sentándome.
-¿Cómo estás?-preguntó.
-Muy bien-sonreí. Me devolvió la sonrisa.
-En poco más de dos meses vas a estar fuera-me dio la mano.Asentí.
-Tampoco tengo prisa...-dije riendo.

Estuvimos hablando unos diez minutos, me contó como estaban las cosas ahí fuera y yo le disfracé un poco la vida aquí dentro.

Narra Malú

Paula iba a estar tres meses en ese sitio, me sentía mal, porque si hubiera quitado antes la denuncia, esto no hubiera pasado, pero ya no Había vuelta atrás.Lo que tenía claro era que en pasar esos tres meses que por huevos tenía que estar ahí, iba a pagarle la fianza.

-Eres imbécil-dijo mi hermano cuando les conté mi intención.Mis padres me miraban callados y muy serios.-Que se pudra en la cárcel.
-José, por favor. Respeta mi decisión, me a demostrado que se arrepiente, después de todo, se a portado bien conmigo.
-A lo mejor es porque quiere seguir aprovechándose-intervinió mi madre. Mi padre se dedicaba a escuchar.
-Por favor, confiad en mí. Yo creo en ella, no es mala chica... pero la necesidad es muy mala.
-Pienso como Malú-dijo Raquel, la mujer de José.-Yo soy la primera que he pasado hambre y tambien he hecho muchas tonterías...pero la gente cambia, a veces sólo se necesita un empujoncito.-le di las gracias con la mirada.
-Haz lo que consideres-concluyó mi padre la conversación.

Un mes después

Cada vez quedaba menos para que Paula saliera, iba a verla cada vez que podía, sabía que no tenía a nadie y no quería que se sintiera sola.
Por otro lado, cada vez estaba más inmersa en mi trabajo, quería que el disco fuera perfecto y empezar la gira cuanto antes.

Después de la grabación, como siempre, fuimos a tomarnos algo.

-¿Qué Malú, cómo está Paula?-se interesó Rubén.
-Bien-dije encendiéndome un cigarro-Todo lo bien que se puede estar ahí...-sonreí forzadamente
José cambió de tema rápidamente. Se nos lio la tarde y terminamos cenando unas pizzas.

Terminando de cenar sonó mi móvil.Era un teléfono fijo.

-¿Quién?
-¿Maria Lucia Sanchez?-arqueé las cejas.
-Sí, soy yo.
-Le llamo del centro penitenciario Madrid I- Mujeres.
Es usted el número de contacto de la presa Paula lopez, ¿verdad?
-Sí-no entendía nada.
-Pues a esta presa se la acaban de llegar hacía el hospital, ha tenido una pelea y tiene varias heridas de arma blanca.-me levanté.
-¿Cómo está...?
-No puedo decirle nada más, en el hospital le dirán el resto, buenas noches.-colgué.
-José, por favor.. Llévame al hospital.
-¿Qué a pasado?-preguntó levantándose
-Paula...-fuimos a su coche.

Fueron los 15 minutos más largo de mí vida, no sabía cómo estaba. José estaba serio, sabía que no le hacia gracia que me llevara bien con ella y le agradecía que me trajera.

-Buenas, ¿dónde esta Paula lopez?- pregunté al chico de recepción.
-Esperen aquí, por favor. Un médico saldrá a informarles.
-¿Pero cómo está?-dije ya desesperada.
-Ha entrado a quirófano hace 15 minutos. Tenía los pulmones encharcados, no puedo decirle más.

Amor enemigo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora