First Love | M.Y.G

VI

[28/04/16]

Llegué a casa y vi a Yoon Gi sentado en el sillón de la sala, observando el piano mientras fumaba. El olor del cigarro era lo peor del mundo, intente no toser para evitar que me volteara a ver, pero tosí.

Estúpida.

—Hola.— saludó.

—H-hola.— dije tosiendo.

—¿Te molesta el cigarro?— preguntó y yo negué tosiendo. —Se nota.— dijo apagandolo.

—Perdón.— dije incómodamente mientras me dirigía a mi cuarto.

—Oye.— llamó mi atención. —Toma.— dijo tirándome una caja de pockys de fresa.

—Gracias.— dije agarrando la cajita de pockys, estaba a punto de irme a mi cuarto pero me volvió a hablar.

—La canción que tocabas en tu guitarra... ¿Quién te la enseño?— preguntó.

—Ah, ¿La que tocaba ayer?— pregunté y él asintió. —Mi hermano, el compone. No lo he visto en mucho tiempo, así que... Prácticamente es lo único que me queda de él.— no obtuve ninguna respuesta de su parte, solamente se fue a sentar al piano. Me dirigí a mi cuarto y cuando estaba a punto de abrir la puerta... lo escuché tocar la canción en el piano, la que mi hermano había compuesto, ahora la pregunta era "¿Quién se la había enseñado a él?".

     Dejé la bolsa que traía en la entrada de mi habitación y fui rápidamente a la sala.

—¿Cómo conoces esa canción y quién te la enseño?— interrogué y él dejó de tocar el piano.

—La compuse con mi amigo. Namjoon.— dijo sonriendo con nostalgia.

—¿Kim Nam Joon?— pregunté y él asintió.

—Ya decía yo que te me hacías conocida. Te vi una vez en su casa, cuando eras pequeña.— sonrió de la misma forma.

—¿Has sabido algo de él?— pregunté con esperanzas de que contestara "Sí", pero pasó todo lo contrario.

—No sé nada de él desde hace un año.— respondió. —Lo último que supe de él fue que estaba en Daegu.— mencionó.

—¿Daegu? ¿En que parte?— pregunté alterada.

—Cálmate, dudo que siga ahí.— dijo mientras me tomaba de los hombros y me sentaba en el banco del piano

     Empecé a alterarme, mi hermano era la razón por la que me había ido de casa. Desde que se peleo con mi padre y se fue de la casa. Ahí supe que el dinero no lo era todo, justo como él me había enseñado antes de irse, los sueños y metas eran más importante que éste, y él me lo había enseñado el poco tiempo que conviví con él. Por eso decidí mudarme e independizarme, necesitaba liberarme del ambiente tan tóxico que había en casa. 

—¿Cómo lo conociste?— pregunté.

—Lo conocí en la secundaria.— explicó. —Éramos amigos de otros cinco chicos pero nos separamos.— mencionó.

—¿Porqué?— pregunté pero evitó mi pregunta.

¿En que se habrá metido?