First Love | M.Y.G

II

[19/03/16]

Han pasado ya cuatro días desde que llegué a mi nuevo hogar, si es que así le puedo llamar, nunca veo al chico, ni siquiera sé su nombre. No lo he escuchado tocar el piano, lo cual me sorprende, ya que, si yo tuviera un piano lo tocaría diario.

     Me senté en mi pequeño tocador y me empecé a maquillar, como todas las mañanas después de terminar de bañarme y vestirme. Después me entretuve con mi teléfono varias horas, sé que era tonto, pero no quería salir de mi habitación por ninguna razón, quería esperar hasta que se fuera; lo había estado observando y normalmente se levantaba a las nueve y se iba a las diez y cuando no, se quedaba dormido hasta las 2 de la tarde.

    Escuché que la puerta de la entrada se cerró y salí de mi habitación muerta de hambre, me preparé un poco de arroz con verduras y me fuí a la calle en busca de trabajo, tenía planeado ver si me contrataban en un salón de belleza o algo así.

     Había decidido ir a buscar en salones de belleza,  tiendas, librerías y supermercados. Caminé por todo el lugar, hasta que encontré un puesto de cajera en un 7Eleven, que es prácticamente una tienda de conveniencia; lo único que tengo que hacer es atender dudas y cobrar. Lo más fácil del mundo. Me dieron mi uniforme y me dijeron que empezaba el Lunes. Acepté y regresé a casa.

Jamás pensé que conseguir trabajo sería tan difícil... Todo por esa señora.

Flashback

—Hola, buenas tardes.— dije entrando al salón de belleza.

—Hola, ¿Quieres un corte?— preguntó una señora desaliñada.

—Emm, no gracias. Vine por el cartel de empleo.— expliqué.

—¿Cuántos años tienes?— preguntó.

—Veinte.

—¿Tienes experiencia?— preguntó y yo negué, pero le expliqué que siempre maquillaba y peinaba a mis  amigas cuando íbamos a fiestas y que quedaban muy bien.

—Lo siento, pero no te puedo contratar sólo por tu cara bonita, vete.— soltó gruñona y siguió cortándole el cabello a una señora.

Fin Flashback

     Cuando llegué el chico todavía estaba afuera, supuse que estaba en su trabajo así que aproveché la situación, saqué un pequeño zumo de mango y lo dejé encima del piano con una nota que decía.

~•Siento haber tocado tu piano. Att: Kim Eun Yeong•~

     Coloqué todo y me fuí a acostar, estaba cansada después de caminar todo el día. Mientras observaba la calle por la ventana, abrí la paleta de miel que me había comprado, era mi dulce favorito, prefería mil veces comerme una de estas paletas que tener algún vicio o algo por el estilo.
    Miré a través de mi ventana y a lo lejos pude ver que el chico estaba llegando, y por alguna razón apagué la luz de mi habitación lo más rápido posible, y me escabullí en mi cama. No le tenía miedo, simplemente no quería hablar ni interactuar con él otra vez.

     Escuché como abría y cerraba la puerta de la entrada, fue a su cuarto y después se dirigió a la sala. Escuché como abrió la tapa del piano y supuse que ya había leído mi nota. Por primera vez, lo escuché tocar el piano.