XII

153 11 0
                                    

[08/06/16]

Habían pasado tres días desde lo ocurrido, ninguno de los dos había mencionado el tema.

—Hola.— dije saliendo de la habitación.

—Hola.— saludó mientras comía cereal y veía la televisión.

     Lo volteé a ver y recordé su herida.

—¿Te sigue doliendo la herida?— pregunté mientras me preparaba unas tostadas con mermelada.

—No tanto.

     Me acerqué a él, tomé su cara y le cambié la curita que le había puesto anteriormente.

—Listo.— dije notando un pequeño sonrojo en su cara y alejándome.

     Me dediqué a comer mis tostadas y a ver la televisión, eran las ocho de la mañana y me tenía que ir a trabajar.

[•••]

[10/06/16]

     Llegué y empecé a acomodar y limpiar las bancas de afuera, así podría aprovechar los minutos que había llegado temprano mientras esperaba a que mi compañera terminara su turno.

     Terminé de arreglar todo y noté que una camioneta negra estaba estacionada del otro lado de la calle, un chico de aproximadamente 26-30 años estaba observando desde ésta.

     No parecía mala persona, pero me preguntaba porqué lo hacía. De hecho, observándolo mejor, hasta era lindo. Pero, simplemente decidí ignorarlo y me metí a la tienda.

[•••]

—Son 1200₩.— dije y él asintió.

—De casualidad... Olvídalo.— dijo el chico de la camioneta, me dejó el dinero y se fue.

     El tiempo en la tienda se vuelve más largo cada día.

¿Debería cambiar de trabajo?

     Siempre estaba haciendo lo mismo, acomodar todo por secciones, checar el inventario a final de cada semana y si faltaba algo me lo descontaban a mí o a mis compañeros.

Maldita señora...

[•••]

[12/06/16]

—Hola.— saludo el chico que evitó el robo de la otra vez.

—Hola.— saludé de vuelta. Entró al pasillo de ramen y agarró uno picante, se dirigió al mostrador y me lo dió.

—3600₩.— dije y me dió el dinero exacto.

—¿Cómo has estado?— preguntó.

—¿Ah?... ¿Bien y tú?

—Bien.— dijo y se dirigió al lugar en donde siempre se sentaba, en la barra de comida del pasillo de ramen.

     El tiempo pasaba y pasaba, nadie entraba o salía, sólo había dos personas extras en la tienda, entre ellos el chico del ramen y un señor.

¿Mi vida puede ser más aburrida?

First Love | M.Y.GDonde viven las historias. Descúbrelo ahora