First Love | M.Y.G

XXV

[07/09/16]

Un mes después

No he dejado de pensar en lo sucedido, aún estoy parado aquí con los ojos cerrados... aún estoy deambulando, nunca me había sentido de esta forma antes, todo perdió sentido. Ha pasado un mes desde lo ocurrido y aún no puedo olvidarlo.

     Mientras tocaba en el piano, empecé a recordar. No podía dejar de atormentarme desde que ocurrió, ese era el peor recuerdo de todos, ella... murió en mis brazos.

Flashback

     Volteé a ver Nam Joon en busca de una respuesta, ví que su vista se desvió hacia Eun Yeong y cuando me dí cuenta escuché un disparo... el idiota de Baek le había disparado en un intento de dispararme a mí y Eun se había metido entre los dos. La agarré para que no callera al piso y me senté para poder acostarla.

¿Qué demonios?

     La sangre empezó a manchar su blusa blanca, la bala le había dado en el hombro...

—¡Eun Yeong-ah!— grité mientras apretaba la herida, mis manos estaban llenas de sangre.  

—¡Yah! ¡Bastardo!— gritó Nam Joon mientras le daba un golpe al idiota.

—Eun Yeong.— repetí varias veces mientras le daba palmadas en la cara para que no se durmiera. —Eun Yeong-ah quédate conmigo, Eun Yeong-ah.— dije mientras intentaba parar el sangrado pero éste sólo aumentaba, le quité su suéter y empecé a limpiar la zona para poder ver en donde estaba la herida.

—¡Ja!— rió Baek después de ser golpeado por Nam Joon. —Mira el lado bueno Suga.— dijo.

Ese no es mi nombre.

—Ahora no será de ninguno de los dos.— dijo mientras intentaba pararse.

No es el momento idiota.

—Su-... Yoon Gi...— musitó.

—Eun Yeong-ah... ¡¿Qué están esperando?! Llamen a una ambulancia.— dije refiriéndome a todos nuestros espectadores.

—Yoon Gi...— volvió a decir. — Déjalo.— dijo mientras llevaba su mano a mi mejilla y sonreía.

¿Qué?

—No puedo...— dije bajando la cabeza. —No puedo dejarte morir así... no puedo dejarte morir Eun Yeong.— dije con la voz quebrada y ella  sonrió.

—Por eso me gus-gustas.— dijo mientras quitaba mi pelo de la frente lentamente debido a su falta de fuerza.

—¿Qué?— pregunté y ella sólo rió  lo cual causó que empezara a toser sangre.

—¿Eun Yeong?— pregunté.

—¿Estás bien?— preguntó Nam Joon, mientras llamaba a otra ambulancia.

     Hizo el esfuerzo de hablar otra vez pero el dolor la detuvo.

—No te esfuerces... aguanta hasta que venga la ambulancia. Por favor.— dije, pero parecía no escucharme. —No, Eun Yeong... resiste, en cualquier momento llegara la ambulancia, por favor.— dije sosteniendo su mano mientras sollozaba.

—Yoon Gi... lo siento.— dijo mientras tosía.

—¡Eun yeong-ha! ¡No te atrevas a dejarme!— grité con la voz quebrada mientras la ambulancia sonaba a lo lejos. —Eun Yeong, es la ambulancia, resiste.— dije al borde de las lágrimas y cuando volteé a verla estaba dormida...

Fin Flashback

     Sin darme cuenta empecé a tocar I Need U, la velocidad de mis dedos aumento, estaba enojado, estresado, odiaba ser inútil, no pude hacer nada, no serví de nada, si tan sólo... lo hubiera matado cuando pude.

     En menos de un segundo la canción dejó de tener coherencia, empecé a azotar todas las teclas y a golpear las teclas. Harto, estaba harto. Después de un momento de largo silencio escuché un ruido, una risa. 

     Me asomé por la puerta de mi habitación y recibí un golpe, dos chicos entraron corriendo a mi habitación y tiraron un líquido por todo ésta, los perseguí y cuando estaba en la entrada un chico tiró un cigarro en el suelo, el cual estaba mojado del líquido.

Se quema...

—¡Yah!— grité cuando vi que bajaban por las escaleras y presione la alarma de incendios.

Necesito salvarlo, es lo único que me queda.

Corrí entre el fuego hasta la cocina, mojé un trapo y lo usé para respirar, agarré todas las jarras de agua que tenía y puse a llenar otras, corrí a mi habitación y el piano tenía fuego, era la segunda vez, tape el piano y tiré agua encima de éste, intenté salir de mi cuarto pero todo se estaba quemando, me cubrí con la chamarra y fui por más agua, esta vez traje toda la que pude. Escuchaba gritos de fondo y eso me estresaba más, regresé y el piano estaba empezando a quemarse nuevamente, no podía hacer nada, era inevitable... Todo estaba desapareciendo, poco a poco... todo se esfumó.