( ✓ ) ⿻ después de él, josh richards.

𝟬𝟭. ━━ 𝖺𝖿𝗍𝖾𝗋 𝗁𝗂𝗆.

Mis ojos se fueron abriendo conforme los gritos de mi madre iban subiendo volumen. 

—¡Ya estoy levantada! —grité, su chillona voz me tenía un poco cansada. Obvio era cansado escucharla todos los días de tu vida.

Me levante de mi pequeña, pero cómoda cama y me dispuse a entrar a la regadera para darme un baño. El agua caliente me ayudaría a quitar el estrés de encima mío.

Mientras enjuagaba mi lacio y largo cabello pensaba: ¿por qué las demás personas no me hablan tanto? Sólo tengo una amiga, Avani.

Los amigos son difíciles de encontrar cuando te vas a cambiar de preparatoria. Y más si te van a cambiar a mitad del ciclo.

Mi madre me dijo que nos íbamos a mudar y sin darme tiempo de elegir, me metió en una preparatoria y ni siquiera me sé el nombre.

Salí de la regadera con muy buen tiempo y me empecé a vestir. Me puse mi típica faldas y una blusa, perfectamente planchada. A mi madre nunca le gustó que enseñará mucho mi cuerpo, no tengo un mal cuerpo, supongo, tengo mas pecho y mas curvas que cualquier otra niña de mi edad, por tanto, me dijo que tenía que cubrirlo con aquellas faldas un poco largas y las blusas aguadas.

Me faltaba poco para acabar, decido bajar ya, antes de que mi madre venga y, literal, me lleve arrastrándome hasta la escuela.

Me fui a pie ya que el camino no es tan largo, al menos me dio la dirección y por suerte me dejo irme sola. Llegué y pues, no era casualidad, nadie noto que había llegado, me da igual. Era nueva, no esperaba que alguien me saludara.

Mi salón, según la nota de mi mamá es el 222, lo busqué rápidamente y me adentre en él. Sólo había una persona.

—¿Hola? —saludó para mi sorpresa.

 —Hola. —contesté.

—¿Por qué entras a esta hora? Nadie lo hace. 

—Lo sé, pero no soy como los demás. —medio sonreí. Y me devolvió la medio sonrisa, tal vez podamos ser amigos.

Pronto el salón se fue llenando, habían dos lugares vacíos, me fui a sentar a uno de ellos y entro un maestro, no se veía intimidante o algo parecido.

—Buenos días, hoy tenemos muchas cosas que hacer. Pero antes, hay una alumna nueva.

Quisiera que te presentes. —me señala, una de las cosas que odio. No que me señalen, sino que me hagan hacer el ridículo enfrente de todo el salón.

Me pare hasta donde estaba el pizarrón y empecé a decir: —Hola, buenos días. Me llamo _____ Hay... —no pude terminar de decir porque una persona me interrumpió.

En la puerta localicé a unos ojos tan... tan extremadamente bonitos. Y una sonrisa que...