( ✓ ) ⿻ después de él, josh richards.

𝟯𝟮. ━━ 𝖺𝖿𝗍𝖾𝗋 𝗁𝗂𝗆.

A la mañana siguiente, abro los ojos y lo primero que veo es la cara de Josh, su cara está a escasos milímetros de la mía.

Me las ingenio para zafarme de su brazo, y lo hago.

Me paro de la cama y empiezo a vestirme. Son como las siete de la mañana.

Doblo su camiseta y la dejo a un lado de su cama.

Salgo de su habitación y...

—¿Te quedaste? —pregunta sorprendido. 

—Ah... lo siento, de verdad. —me ruborizo. 

—No te preocupes, te lo agradezco, de verdad. Ayer estaba hablando de más y me preocupaba.

 —Sí, aún así, discúlpame. Y bueno, ya me voy. —sonrío y me voy. 

[*****] 

—¡¿A ti que mierda te pasa?! —pregunta gritando Blake cuando cruzo la puerta de entrada de mi casa—. ¡¿Crees que puedes largarte y dejarme?! —no le digo nada.

Tiene todo el derecho a enojarse conmigo. —Perdona, de verdad. Perdona, me encontré a Avani, y bueno, me qued... 

—¡No puedes verme la cara de pendejo, ¿verdad?! —grita.

Retrocedo.

—No... no, claro que no. —miento. Y empiezo a tartamudear.

—Te seguí, lo siento, de verdad. Lo siento, pero tuve que hacerlo. Te fuiste sin mas y me dejaste a solas. Le dije a tu mamá y...

—¡¿Le dijiste a mi mamá?! —es un chismoso—. Ah, por eso estas aquí, en mi casa. 

—¡Sí! ¿Te quedaste a dormir con él? ¿Lo hiciste? —pregunta gritando. 

—Sí, pues si lo hice. Y mira que me la pase muy bien. —escupo.

Sé que lo estoy lastimando, pero no estoy mintiendo.

—¡Por dios! Pensé que tú y yo ya habíamos arreglado lo nuestro. Y... ¿que es eso? —pregunta señalando mi cuello. 

—Nada. —me cubro. 

—Ah, sí como no. Regresando a lo nuestro...

—¡Ya no hay nuestro! —grito. 

—¿Cómo que ya no hay nuestro? —pregunta con un tono débil de voz. 

—Yo... no sé lo que quise decir, lo siento. —me disculpo.

En ese instante baja mi mamá y el timbre empieza a sonar.

De mala, de muy mala gana voy a abrir y preferiría no hacerlo hecho.

Es Josh y mis ojos están cubiertos de lágrimas. Y los suyos..., bueno, parecen furiosos. 

—¿¡Por qué te has ido sin siquiera avisarme!? —pregunta.

Volteo para todos lados. Mi madre me mira con furia, Blake me mira con nostalgia y Josh me mira furioso. 

—Josh, eso lo podemos hablar después. —susurro.

—¡Ja! ¡Hablando del rey de Roma! —alardea Blake. 

—¿Qué está pasando aquí? —interviene mi madre.

Vaya, esta es una de las escenas de las películas dramáticas, parece.

Mis ojos no dejan de ver a Josh, no lo puedo dejar de mirar.