( ✓ ) ⿻ después de él, josh richards.

𝟯𝟰. ━━ 𝖺𝖿𝗍𝖾𝗋 𝗁𝗂𝗆.

Me quedo sin aire en los pulmones, eso es lo que quería que me dijera siempre.

No sé qué decir, no sé que debo hacer.

Básicamente la persona que sale con una distinta cada fin de semana me acaba de decir que quiere algo en serio conmigo y que me quiere. 

—Vaya. 

—no sé qué decir. Y no reconozco mi voz cuando dice—: Yo te quiero, Josh. Te quiero. 

—Yo quiero tener algo en serio contigo. No quiero que seas novia de él, no. Quiero ser yo el que tenga esa oportunidad.

Sonrío y él me dedica su sonrisa también. 

—Pero tendrás que enseñarme, soy nuevo en esto. —sonríe más.

Asiento y me acerco a él.

Con todo esto, he dejado de llorar y lo único que existe en el mundo: somos nosotros dos. 

—Por supuesto. —me hago presa de sus brazos y me carga.

Sonrío y sonríe, parece que ahora sonríe más que nunca.

Nuestros labios se juntan y su lengua se mueve lentamente y me encanta.

Nos separamos y me quedo mirando su cuello. «Ay, ¿eso no lo he hecho yo, verdad?»

—¿Que? ¿Te sorprende lo que tu boca llega a hacer? —se ríe. 

—Sí, bastante. —me sonrojo. 

—Bueno, parece que los tuyos no se notan tanto. —inspecciona mi cuello—. Ni los de acá. —señala mis pechos, y sonríe pícaramente.

Mi cara está roja, bastante roja, supongo yo.

Niego con la cabeza. —Me matarían si vieran que me has hecho eso. 

—¿Cual «eso»? ¿Lo de los chupetones, ó lo de los dedos? —me da un beso en la mejilla y me siento algo... incomoda. 

—Los dos. —escondo mi rostro en su pecho. 

—Lo de los dedos no deja marca. Solo es placer. —me dice. Y se ríe.

 —Lo sé, pero sólo me estabas acariciando, ¿por qué se sentía tan bien? 

—No lo sé. —sigue riendo.

Me besa otra vez y me baja, toma mi mano y lo ayudo a entrelazar nuestros dedos.

Caminamos con tranquilidad hasta mi casa de vuelta y me siento algo liberada. 

—Oye, no quiero entrar. —le digo.

 —Tienes qué. No voy a dejarte sola, ¿sabes?