30

3.7K 250 23
                                    

Tres de los esclavos sugetaron a Yojan he intentaban atarlo a un tronco, el trataba de zafarse pero ellos eran más fuertes.

-Dejelon por favor!!- suplique con rabia.

-Hey alto ahí! - Elisabeth y Lana estaban de regreso.

-Que hacen poque tienen al Yojan- pregunto Lana sorprendida.

-Tu tu eres una traidora! Sabias que era la condesa- ahora Lana estaba siendo acusada.

-Déjenla, acaso no ven que esta preñada- ordenó Elisabeth.

-Elisabeth este es el momento de acabar con ella, de vengar a tu hijo y todo lo que vivió Bastian por su culpa- Yica la recuerdo muy bien a esa desgraciada siempre quiso a Bastian, ahora era su momento de que acabarán conmigo.

-No, eso no sucederán nosotros no somos animales para comportarnos igual que ellos, la embarcaremos lejos de nosotros y que siga su camino - Elisabeth se acerco a desatarme pero no se lo permitieron.

-No, primero nosotros jugaremos con ella- sostenían a Elisabeth y a Lana impidiendo que ellas pudieran ayudarme y dos esclavos se acercaron a debestireme, iban a violarme.

-No pueden hacerlo, esta preñada del Bastian- Lana lo grito dejándolos congelados- El Bastian ya sabe de ella y del bebé, y los acepta.

-Porque creerte? - preguntaron dudosos.

-Porque yo fui testigo de to lo que pasó en aquella casa y se muy bien que el Bastian la Preño- Elisabeth estaba devastada, ella no se imaginaba eso.

-Elizabeth aún quieres que la dejemos? - preguntó uno de los esclavos. Vi la mirada de odio que ella me daba y como dudaba de su respuesta, esta ves ella no estaría a mi favor.

-Porque el alboroto?! - Con su vos fuerte potente Bastian y otros esclavos llegaban al campamento.

-Acaso no me van a responder!- su rostro endureció al ver que sugetaban  Elizabeth - SUELTENLA YA!!

-Bastian podemo esplicar.

-Porque demoños sujetaban a mi mujer- esas palabras le devolvieron el color a las mejillas de Elisabeth que hacía rato estaba pálida, el la abrazaba y besaba su frente hasta que contininuo observando el panorama y vio a Lana, Yojan y... a mi - Sueltenlos- sus palabras fueron oídas aunque el las haya pronunciado casi en silencio, ambos fueron liberados pero yo aún estaba atrapada en medio de los esclavos, completamente desnuda.

-Bastian ordenales que la suelten, Eva la quería como su niña- hablaba Yojan quitándose su pedaso de camisa he intentando cubrir mi cuerpo.

-Es la maldita condesa, que te hizo tanto daño, que mato tu hijo, es el momento de matarla de vengarte de ella- le decían los esclavos pero el solo me miraba.

-Acaba con ella Bastian, venga a nuestro hijo- al escuchar esas palabras de Elisabeth, el se voltio a mirarla y con paso apresurado se aserco a mi.

-Bastian no pode matarla, ese niño también es tuyo- dijo Lana pidiendo por mi.

-Si puedo... Ese niño no es mio- con rabia en los ojos puso sus manos en mi cuello.

-Si lo he, todos los esclavo de la casa lo sabíamos y tu también lo sabías antes de marcharte! - Lana gritaba esa confesión sorprendiendo hasta el mismo Bastian.

-Es del conde, yo escuche como lo felicitaba el medico- respondió con rabia Bastian apretando un poco mi cuello- desde hacía rato se rebolcaban.

-Niña dígale la verdad, po que esta aquí, piense en su hijo-Lana me exiguia que le contará la verdad.

-Matame... Dejame estar en paz de una vez- suplique - Matame, no dejes que me toquen.

-Ese niño tiene derecho a nacer Bastian- Yojan aún no se rendía- Eva la cuido todo este tiempo porque decía que en su vientre llevaba al hijo de un guerrero al hijo de un verdadero hombre... Acaso se equivocaba al pensar así y solo es el hijo de un hombre recentido capas de matar a su propio hijo?

-Cuéntale a Yojan que no será el primer hijo que matas- respondió Anett devastada y fue en ese momento cuando Bastian la soltó, sintiendose una basura, estaba enceguecido por los celos que estuvo a punto de matarla y matar a su hijo nuevamente.

-Bastian, enserio no lo harás, ella te importa más que yo? - pregunto Elisabeth con rabia.

-Yojan ayudala, Lana que descanse y alimentala- ordenó ignorando a Elisabeth.

-Bastian! Acaso esta maldita seguirá con vida y como una de nosotros... Ella merece el trato que nos daban a nosotros.

-Ella es mi asunto, quien la toque se las verá conmigo - se giro para mirar a Elizabeth - sea quien sea.

La rebelión del esclavoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora