3. Sus hermosos ojos...

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De Severus para Lily...

Quisiera tener el valor suficiente para decirte cara a cara, lo que siento por .

Tu aroma, tu piel, tus ojos... Toda tú eres la representación de los efectos que produce tomar amortentia...

Rosas y chocolate...

- 25/10/75. (Fragmento de una carta no enviada a Lily)


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Abrí la puerta de mi casa y el aroma a café y huevos revueltos hizo que mi estómago protestará por la falta de alimentos. Dejé el bolso y el abrigo en el perchero, dirigiendo mis pasos a la cocina donde seguro mi madre se encontraba.

— Buenos días mamá...— saludé desde el umbral de la puerta.

— Buen día hija, ¿qué tal está el señor Snape?— preguntó sin voltear mientras revolvía los huevos.

Las palabras no salían de mi boca y las ganas de llorar volvieron de nuevo, me sentía una tonta... Mi madre volteó y al verme su rostro se tornó preocupado, apagó la cocina y se acercó hasta mí, abrazándome y diciéndome que todo estaría bien.

No, nada estaría bien, las lágrimas por fin salieron.

Como pudo mi madre me dirigió hasta mi habitación, y así abrazada a ella, el llanto salió en grandes lágrimas saladas, sin saber cuánto tiempo pasó el agotamiento estaba haciendo mella y me fui quedando dormida, lo último que escuche fue la dulce voz de mi madre diciéndome que todo estaría bien...

▶▶▶

Abrí los ojos de golpe luego de escuchar el claxon de un automóvil. Volví a cerrar un momento los ojos, la cabeza me dolía y mi estómago protesto por falta de comida.

Hice a un lado la sábana y me dirigí al baño, abrí el grifo y mojé un poco mi rostro para terminar de despertar. Al levantar la vista me topé con el reflejo que me devolvía el espejo.

Con ojeras, rastros de lágrimas en mis mejillas y los ojos un poco rojos de tanto llorar... En verdad daba verdadera lástima. Este amor acabaría conmigo poco a poco.

Debía dejar de lamentarse, con eso no conseguiría nada más que volverme un lastre de persona, tenía muchas metas por cumplir.

— ¿Hermy?— la voz de mi pelirroja amiga me distrajo de mi reflejo.

— Estoy en el baño, salgo en un momento...— volví a echarme agua, me seque y amarre mi desastre de cabello en un moño.

El diario de Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora