En el escribía mis alegrías, mis tristezas, mis miedos, mis pesadillas, mi amor por él...
Jamás imaginé que llegaría a sus manos, que sus ojos leyeran las páginas escritas en esas noches en que el insomnio me atacaba. Páginas dedicadas sólo para él...
700.—El cielo luce estrellado y a pesar de la barrera que nos rodea, los sonidos de los animales nocturnos se escuchan. Mientras me caliento junto a la fogata, el recuerdo de Severus me asalta y es inevitable no pensar en lo que hizo, y una sonrisa se forma en mis labios pero, rápidamente se borra... Me niego a creer que haya sido él quien asesino al profesor Dumbledore...
Él sería incapaz de realizar algo así y si lo hizo, es porque detrás de esa acción existe una razón válida...
Te extraño... Te pienso... Te amo...
10/01/97.
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Enero de 1999.
Terminé cerrando el baúl que descansaba en el piso de mi habitación e hice un repaso mental de lo que debía llevar mañana devuelta a Hogwarts. Mañana volvería para terminar mis estudios en el lugar que ha sido como mi segundo hogar, me sentía muy emocionada y triste al mismo tiempo, Hogwarts me ha dado tantos recuerdos que extrañaré cada rincón de ese castillo.
Me dejé caer en la cama y suspire, pronto comenzaría una nueva etapa en mi vida y a mi mente acudió su rostro, haciendo que en el mío se formará una sonrisa, una nueva etapa de la mano de mi querido Severus. Un futuro juntos, sólo de pensarlo el corazón me latía emocionado...
Sólo de pensar en un futuro juntos se me revolvía el estómago, en un bien sentido claro, jamás me imaginé que esto que siento, este amor tan inesperado que nació sin siquiera saberlo fuese correspondido y que él me amara...
¡Por Merlín! ¡Me ama!
Cerré loa ojos y la sonrisa que tenía se hizo más grande.
La puerta fue abierta y mamá se asomó.
— Hermy...— llamó y me levanté de la cama— el señor Snape te espera abajo.
Abrí los ojos asustada, el tiempo se pasa volando si pienso en él.
— Dile que bajo en un momento...— me apresuré a cambiarme la blusa a una más abrigada, me puse un poco de maquillaje y perfume.
Baje a toda prisa, hoy era mi turno de llevarlo de paseo. Era una sorpresa y estoy segura que se ha devanado los sesos tratando de adivinar donde iremos.
▶▶▶
Aparecimos frente a una verja de color blanca, la brisa fría hacía que mi cabello rizado se batiera.
— Estamos en Lacock, ¿cierto?— preguntó Severus enarcando una ceja.
— Sí... — contesté. Saqué mi varita sin decir nada más y la apunté hacia la verja, esta se abrió emitiendo un chirrido.