9. Sombras al acecho

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567.— Mientras llegaba la hora de la cena, me había dirigido a orillas del Lago Negro, simplemente para observar como el sol se iba ocultando...

Saqué mi varita e hice algunas burbujas de colores. De pronto, una de las burbujas fue explotada por la llegada de un patronus, era un cachorro león... El pequeño correteo alrededor de mí y luego desapareció.

Extrañada me levanté y observé los alrededores para ver quién era el o la dueña de ese patronus. Al no ver a nadie, volví a sentarme y una sensación de que ese el león pertenecía a alguien que conocía me inundó el corazón...

30/11/96.

30/11/96

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20 de diciembre de 1998.

Hace unas horas he llegado a casa, hoy formalmente inician las vacaciones por Navidad. Afuera una ligera nieve caía, cubriendo todo como un manto blanco. Una sonrisa surcó mi rostro al recordar el fin de semana pasado en nuestra última salida a Hogsmeade...

... Me había separado de los chicos para ir a Honeydukes, quería comprar algunos dulces que a mamá le encantan y por supuesto comprar unas cuantas ranas de chocolate para mí.

Ingresé a la tienda, que lucía llena de alumnos que entraban y salían, con bolsas llenas de dulces. Dentro era cálido y me dirigí donde se encontraban las varitas de regaliz y los calderos de chocolate. Una vez tuve mis compras, salí y una ventisca helada hizo que un escalofrío recorriera mi espalda.

Hola Jean...— detuve mi caminar saludar.escalofrío me recorrió la espalda al escuchar esa voz.

Señor Snape...— hablé dándome la vuelta para quedar frente a él — ¿qué hace por aquí?

Vine a hablar contigo. Toda la semana no has contestado mis cartas— explicó — ¿aún sigues molesta?

¿Alguna razón por la cual estaría enojada?— pregunté entrecerrando los ojos.

En mi defensa, jamás hubiera permitido que alguno de esos niños ineptos fuera tu pareja— comentó.

Eres un insensible, Severus. Esa decisión sólo me correspondía a mí. Me sentí tan poca cosa cuando vi que nadie me había pedido ir al baile como su pareja, llámame infantil pero mi autoestima no es la mejor...— expliqué bajando la mirada.

»Te amo, Severus, pero no puedes hacer cosas como esas. Te respeto y me respeto a mí misma, jamás tendría algún tipo de relación con otro hombre que no fueras tú.

El diario de Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora