XX

6 0 0
                                    

No me has dejado sin ganas,
no me has dejado impotente
y mucho menos inválida.

Al contrario,
me has dejado una rabia que convertiré  en poesía por completo
hasta que se consuma,
hasta que solo queden cicatrices
que atestigüen mi fuerza,
hasta que lleve a cabo
mi elegante venganza:
seré
feliz
de nuevo.

Poesía de semáforo en rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora