Yo no creo en los hombres

Capitulo 24: Mi primera vez con Valentín

10 de marzo del 2013

—Esto causara una gripa—- alegue  mientras entrábamos empapados a la cabaña, mi cuerpo temblaba, esto sin duda me causaría un resfriado.

El comenzó a reír, camino para buscar algo en el cuarto ,mientras yo seguía temblando de frío.

—Ten— sentí como enredaba  un cobertor, que gracias a Dios, ya que poco faltaba para que tuviera hipotermia. —Gracias—añadió buscando mi mirada.

—¿Porque?— pregunte inclinando un poco mi cabeza sin dejarlo de mirar, sinceramente no sabia el porque de darme las gracias.

—Por hacerme muy  inmensamente feliz—contesto mientras me tomaba entre sus brazos, yo lo rodie cubriéndolo con el cobertor ya que el sin duda soportaba más el frio que yo pero eso no quería decir que no tuviera frio.

Nuestras miradas se mezclaron y por un instante me di cuenta que el frío se había ido,  era por su piel contra la mía.

Comenzamos a besarnos, hasta sentir que los besos se iban intensificando, nuestros cuerpos comenzaron a subir más de temperatura. Y Valentín quitó de un tirón el cobertor de nosotros. Bajó a mi cuello, y arquie mi espalda en respuesta, sentía sus manos en mi espalda, hasta que desabrocho mi brasier y lo dejo caer  sin dejar de besarme, me recostarnos lentamente encima de la alfombra, y volvió a mi boca, jalando ligeramente mi labio.

Descendió  hasta mis pechos, que se habían endurecido al sentir su boca,  comenzó a besarlos, logrando que un gemido abandonara mi cuerpo,  haciéndome  soltar aire.  Ascendió hasta volver a mi boca y los besos fueron más intensos esta vez. Se separó sólo un momento para quitar mi ropa interior, lentamente, me miro logrando que me sintiera como la mejor persona sobre el mundo.

—Eres hermosa— susurro.

Volvió a mi, podía sentir su erección a un con ropa interior, el recorrió lentamente mi cuerpo con sus besos. Y yo me estremecía de placer ante el volvió a mi boca dándome un fugas beso.

—¿Quieres hacer esto?—pregunto mientras me miraba a los ojos.

Yo asentí con la cabeza, el empezó a besarme, podía saboreas sus labios en cada beso, yo tenía mis manos en su espalda,  sólo se separó un momento para quitar su ropa interior, dejando caer mis manos, mi respiración se comenzó a volver más rápida , mientras el regreso a mis labios y me entre lazo sus manos con las mías.

Sentí como comenzaba a adentrarse en mi, tan lentamente, el me hacia el amor, con tanta dulzura, delicadeza y sobre todo amor. Yo sonreía mientras mire hacia el techo  mirando los arreglos que había hecho por mi.

Valentín comenzó a moverse lento haciéndome suspirar , mientras besaba mis pechos, yo tome su cabeza soltándome de sus manos y comencé a alborotar su cabello. Sentía que mi alma revivía, por cada beso, cada caricia que el daba a mi cuerpo. Era la primera vez que un hombre me había sentir esto, me sentía plena, completamente feliz.

Podía sentir su agitación, su corazón latir, al mismo compás que el mío, haciendo uno solo. 

-o-

El me miraba, mientras estábamos en el piso desnudos, con sólo el cobertor encima de nosotros. Yo me sentía feliz, por primera vez desde el nacimiento de Joseph estaba feliz,  era gracias a el.

Este hombre que me hizo creer de nuevo en el amor. Este hombre que me enamoro, que me hizo sentirme viva de nuevo.

—Camila—dijo con una voz soñolienta mientras me miraba a los ojos.

—Dime.

—¿Quieres ser mi novia?— pegunto mientras acariciaba mi pelo. Yo sonreí, porque era algo absurdo, después de todo lo que habíamos pasado.

—Somos más que novios— le dije sonriendo.

—Entonces se mi esposa— hablo con mucha decisión acercando más , mientras besaba mis labios , crucé mis brazos por detrás de su espalda, atrayéndolo a mi hasta que no hubo espacio entre nosotros.

—¿Y el anillo? —pregunte irónicamente, mientras solté una breve risa. —Y fuiste más romántico para pedirme que fuera, tu novia—añadí sarcásticamente.

—¿Quieres que te proponga matrimonio? Entonces si te quieres casar conmigo—dijo abriendo un poco sus ojos, parecía realmente sorprendido.

—No, sólo quiero estar contigo, lo demás son simples papeles, que no me importan, no necesitas ponerme un anillo para que el mundo sepa que soy tuya, soy ya tuya, desde el momento que me atropellaste , te convertiste en mi pensamiento diario,Te amo Valentín, como nunca pensé amar y soy muy feliz por eso.

Valentín me miraba, con una sonrisa de oreja.

—Nunca pensé que me ibas a decir algo así, yo pensé que solo salían groserías de tu boca— bromeo ganándose un buen golpe mío— ya  enserio  y sabes Camila fue un placer atropellarte— agrego guillando el ojo.

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Hola preciosos lectores, espero y tengan un día excelente muchísimas gracias por tomarse el tiempo de leer mi novela.

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