"¿Por qué el destino tiene que ser tan cruel?
Dice que me ama y que hasta daría su vida por mí...
Pero...
¿Quién eres? ¿Por qué no me acuerdo de ti?
Quisiera poder recordarte"
Esos son los pensamientos de Albert, un chico tímido y asocial, que descu...
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-Aparte su manó delicadamente.-Yo....-No se me ocurría siquiera que decir, pues mí plan falló rotundamente y había cometido el peor error de mi vida, en pocas palabras solo deseaba que en éste preciso momento la tierra me tragase.
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Ya casi estaba por asentarse el sol y era hora de irnos; Ya cambiados Nomar decide ir a ver el paisaje de la playa mientras mis padres preparaban todo para irnos, pensé en ese preciso momento el supuesto mejor plan que se me hubiese ocurrido, era hora de mí venganza ja no crean ustedes que este se salva de una dulce y fresca venganza de este maestro, trueno mis dedos aunque fue mala idea porque después me dolieron :'c, fui por un balde con agua y me acerque lo más sigiloso que pude hasta ya estar tras él, se parecía que aún no se había dado cuenta de mí presencia así que decidí aprovechar esa ventaja tan vaga, me estiró e intento tirarle el balde con agua pero este lo esquiva ágil-mente, aún no termina la desgracia para mí además de no poder lograr mí venganza yo me tropiezo con mis estúpidas piernas, esperaba un impacto con la arena mojada pero un brazo termina rodeándome por la cintura, al abrir mis ojos veo él rostro de Nomar a escasos centímetros del mío, cuando siento como mete una de sus manos entre mí polea y acariciar mí torso yo intento levantarme pero caso fallido solo hizo que el cayera arriba mío cómo un saco de papas, cuando siento un escalofrío por mí cuello al sentí la respiración de Nomar chocar contra mí cuello, y no paso segundos hasta que sintiera la tersa lengua del mismo pasar por mí cuello, yo lo intento apartar de mí cuerpo para así dejar de estar en esa posición tan incómoda para mí, pero se me era imposible pesaba demasiado para que yo pudiera quitármelo, así que opte por las palabras, pero para mí mala suerte estaba temblando y las palabras ni querían salían de mi boca, ni siquiera me daba tiempo de pensar en alguna cosa más, así que dije lo primero que se viniese a la mente.
