"¿Por qué el destino tiene que ser tan cruel?
Dice que me ama y que hasta daría su vida por mí...
Pero...
¿Quién eres? ¿Por qué no me acuerdo de ti?
Quisiera poder recordarte"
Esos son los pensamientos de Albert, un chico tímido y asocial, que descu...
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29 de Diciembre a las 3:25.a.m:
Me encontraba bajo mís sabanas con Insomnio, no tenía ganas de dormir más bien estos dos días no había podido si quiera pegar el ojo, me encontraba cansado siendo realista, pero lo que sucede es que cada vez que me dormí la misma pesadilla de aquel día me atormentaba, Nomar no había podido venir a visitarme ya que se encontraba castigado por haberse escapado sin sí quiera llamar para saber si estaba bien, Ese Inu Baka de Nomar, yo mismo le había advertido que lo iban a castigar, pero cada vez que uno le dice algo le entra por un oído y le sale por el culo, veo la hora de mí teléfono, apenas eran las 3:30.a.m y estaba cabeceando por el sueño, no quería, temía volver a esos recuerdos que no comprendía, me daba miedo y siempre que lo hacía veía a ese niño decir lo mismo pero despertaba justo en ese instante sin poder siquiera saber lo que trataba de decir.
Me seguía atormentan con mís pensamiento sobre aquélla pesadilla.
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De repente despierto, con los pelos de punta y casi muerto por el cansancio, me pesaban los ojos indicándome que no había podido pegado el ojo en toda la noche, me levanté de mí cama con toda la pereza del mundo y me dispuse a dirigirme a mí baño a hacer mís necesidades y si con una ducha fría me despertaba.
Entro en el baño bostezando por el cansancio y rascándome el estómago, cuando justo iba serrando la puerta entra Alex y me saca a patadas de hay serrado la puerta al instante mientras que yo estaba besando el suelo, Y otra vez empezaremos con la pelea por el baño, ya me había extrañado que no lo fuéramos echo estos días, me levanté y me dirijo a la cocina pero en el transcurso del camino me dio una parálisis del sueño en media sala, viendo correr a un niño frente a mí, restregó mís ojos sin haber creído lo que había visto hace instantes frente a mís narices.
-¿¡Que mierda!?.-Me eche para atrás cayendo con la maleta del Mastodonte.-Ag.-Me quejé a dolorido.
-¡Oye!.-Volteó a mí derecha encontrándome con el Mastodonte, secándose el cabello con un paño pequeño y una toalla rodeándole la cintura indicando que recientemente había salido del baño, este me miraba con él ceño fruncido desde la distancia.-¡¡No dañes mí maleta!!.-Me dijo dándome una patada que me hizo caer al otro lado dejando de aplastar la maleta con mí trasero.
