Stripper |YoonMin|

XXI

YoonGi se acercó un poco más antes de separarse del abrazo y tomar las manos del menor con delicadeza.

–Verás JiMin... Cuando perdí a mi hermano a los 17 años, uno de los vecinos en los que más confiaba me acogió en su casa. Todo iba bien, convivimos sin problemas, pero al cabo de un par de meses el hombre perdió al único familiar que le quedaba y cayó en depresión. Dos días después lo encontré en la bañera con una botella de licor y un bote de pastillas vacío... ¿Quieres que siga o es suficiente?– Le miró a los ojos con una expresión nula en el rostro.

–¿Podrías contarme el resto?– Habló sin despegar la mirada de sus ojos y sin dejar de acariciar sus manos con cariño.

Asintió levemente y respiró hondo antes de continuar.

–Después de la muerte del hombre, decidí ir a algún lugar a buscar ayuda. No tenía dinero ni siquiera para comprar una simple barra de pan, así que tuve suerte de que me acogieran en un orfanato aunque tuviese esa edad. Unas semanas después, un joven me adoptó. A mi no me convencía mucho, pero no podía opinar, así que me fui a vivir con él. Cogí confianza en poco tiempo, y cuando menos me lo esperé, me encontraba medio muerto en su sofá–. Bajó su mirada a sus manos, apretando las del menor con fuerza–. Al parecer una vecina del hombre me escuchó gritar ayuda y no tardó en llamar a la policía. Gracias a esa mujer ahora mismo estoy aquí. Si ella no me hubiese oído, yo habría muerto en un sofá, a manos de un loco.

–¿Te... Golpeó?– Dio un leve apretón a sus manos y lo observó atento.

YoonGi volvió a asentir mientras mantenía su mirada en las manos de JiMin.

–Me golpeó y me violó todos los días desde que me adoptó...

JiMin abrió los ojos como platos. Se lanzó a abrazarle con fuerza mientras besaba su mejilla.

–Lo lamento...

–No te disculpes... A alguien tenía que pasarle–. Correspondió su abrazo mientras escondía el rostro en su cuello.

Park acarició el cabello de su contrario.

–No me esperaba eso, sinceramente. Ahora me doy cuenta de que eres un chico realmente fuerte...

–¿Fuerte?– Rió con ironía mientras acomodaba la cabeza en su hombro–. Después de eso acabé en un hospital por cortarme las venas. Intenté suicidarme, y de nuevo aquella mujer me salvó. Terminé por ir a vivir con ella. Resultó ser la psicóloga que no logró ayudarme con mi depresión.

–Aún así has logrado salir adelante, con problemas, sí, pero mírate dónde estas ahora. Todos necesitamos ayuda, tú no fuiste la excepción. Has pasado por tantas cosas y sin embargo sigues de pie... Piénsalo de ese modo.

YoonGi asintió levemente antes de separarse y mirar al menor a los ojos.

–Esto solo lo sabes tú... Y me alegro de poder haberle contado esto a alguien al fin. Menos mal que sigo con vida y he podido conocerte...–Le dedicó una triste sonrisa antes de besar su mano y arrancar el auto.

–También me alegra haberte encontrado... De una forma “bizarra” pero el punto es que nos conocimos–. Bromeó mientras acariciaba su mentón.

Min asintió levemente mientras comenzaba a conducir de vuelta a su hogar.

–Creo que pasar tiempo contigo es mejor para ayudarme con la depresión que sesiones con la psicóloga.

JiMin sonrió orgulloso.

–Me alegro por eso. Haré lo posible para que tú te encuentres bien.

–Pero si tienes algún problema, cuéntamelo. No hagas como yo durante años y te calles las cosas–. Sonrió levemente a la vez que hinchaba sus mejillas de forma adorable.