El quarterback(sin actualizar)

capitulo 40

Grayson

En cuanto Donald me llamó diciendome que becca me necesitaba supe que algo estaba pasando allí, pero no dudé un segundo y me fui directo al campus.

Cuando entré Donald y Sofía se encontraban sentados en la sala, con la mirada perdida y con sus rostros confusos

—¿Qué esta pasando aquí? —pregunto

—Taylor ha venido aquí hace un momento. Pensé que hablarian como personas civilizadas pero el cobarde empezó a gritar a becca, diciendole que era una zorra. Fue horrible — dice sofía cubriendo su rostro con sus dos manos

Esa fue la gota que colmó el vaso. Ahora no estoy furioso si no lo que le sigue. Cuando pille a ese imbécil se las verá conmigo.

—¿Se puede? —toco la puerta de su habitación —Soy grayson

Pasó unos largos segundos antes de que becca se asomara a la puerta, con el rostro cubierto de lágrimas

—Grayson —dice antes de abrazarme

—Estoy aquí pequeña, tranquila. Ahora quiero que me cuentes lo que paso si te sientes cómoda —aparto un mechón de pelo que tenía en la cara con delicadeza —¿Ese animal ha intentado hacerte daño? porque nosé de que sería capaz si fuera así

—Solo hablamos. Fui una imbécil grayson, pensé que quizás esta vez sería diferente. Que taylor pudo haberse convertido en una persona mejor pero no, sigue siendo el capullo integral que siempre fue. Pero lo que me dijo hoy...yo...dios soy una estúpida —dice en un suspiro

—Tú no eres ninguna estúpida. Y en cuanto a lo que te dijo no le hagas caso en nada. Eres una mujer increíble con tus pros y tus contras. Por eso me enamoré de ti —susurro muy cerca de sus labios

—Bésame por favor —pide

—Becca yo...no quiero aprovechar esta situación para besarte ni mucho menos. No quiero que pienses que solo te quiero por esto y mas en el estado en el que estás

—Por favor grayson, te necesito

No hace falta que diga nada más. Con esas dos palabras me ha alegrado la noche.

No esperé ni un momento más y la besé. Después de tanto tiempo aguantando estas ganas inmensas de probar sus labios, ahora que tengo la oportunidad parece que estoy en el cielo

—Te amo becca, pero tienes que descansar. Ya son las diez de la noche —digo levantandome de la cama para dirigirme al salón

—¿Podrías quedarte hoy? Por favor

—Está bien, me quedaré esta noche contigo —sonrío al pensar que hoy dormiré con ella